ROCA (AR).- Se lanzan de cabeza a la pileta, realizan de las más variadas piruetas en el agua, hacen chistes, bailan, ríen y por sobre todas las cosas, son felices. Se trata de 600 jubilados que participan de la segunda edición de la colonia de vacaciones organizada por PAMI, en esta ciudad.

"Trabajar acá es un canto a la vida, ya que predomina la alegría y el afecto", dice Marcelo Moro, profesor de educación física y coordinador de los 300 adultos mayores que concurren dos veces por semana, de 8.30 a 13, al predio de la Asociación Española -otros 300 se reúnen en las instalaciones del club Deportivo Roca-.

Los afiliados realizan caminatas, natación, gimnasia y talleres de expresión, baile y teatro. "Es hermoso esto. Yo vengo con mi marido y acá hacemos de todo, nos relacionamos con otra gente y hasta nos enseñan a bailar", señala Lidia, mientras se quita algunas gotas de agua de la cara.

Además de la recreación y distracción que los jubilados consiguen, también obtienen un gran beneficio en materia de salud. Y así lo manifiesta José Duarte, de 78 años. "Venir nos ayuda a mantenernos bien físicamente, ya que hacer todas las actividades es muy útil para nuestro cuerpo", sostiene.

En total, son 6 profesores de educación física y 2 ayudantes quienes se encargan de organizar las actividades de las personas, que llegan al lugar desde diferentes centros de jubilados de la ciudad y de Cervantes, en colectivos contratados especialmente para la ocasión. Este y los demás gastos corren por cuenta de PAMI.

"Nosotros aprendemos muchísimo. Yo estoy aprendiendo a nadar, que no sabía", manifiesta orgullosa Rosalía y agrega que "es todo muy lindo".

"Esto me ayuda a olvidarme de todos los problemas que tengo. Vengo acá, me relajo y me olvido de todo", confiesa Hilda.

Por su parte, Moro asegura estar conforme por la manera en la que se está desarrollando la colonia, principalmente debido a la respuesta que obtiene a la hora de proponer una actividad. "Hacen caso y la verdad que la pasan muy bien", afirma, entre risas, el profesor.

Para fortuna de todos los inscriptos, la colonia -que comenzó el martes pasado- finalizará el de 26 de febrero, por lo tanto seguirán disfrutando con todo del verano.

Los abuelos aprovechan el natatorio al máximo, chapotean y gastan toda su energía. De un momento a otro se arma un "picadito" de ´water polo´ entre 5 o 6. Se respira alegría en el ambiente y las carcajadas reinan en el lugar.

Es la hora del almuerzo, por lo que de a poco empiezan a salir del agua y se dirigen a las mesas que están ubicadas en un sector con sombra, ideal para degustar el crocante y delicioso asado que los espera.