NEUQUÉN (AN).- Desde el Ente Provincial de Agua y Saneamiento de Neuquén (EPAS) se evitó la confrontación con las autoridades de la municipalidad de Cipolletti, que responsabilizaron por la contaminación de la Isla Jordán a las ciudades ubicadas "aguas arriba". Por el contrario, se afirmó que la puesta en marcha de los nuevos módulos de la planta Tronador estarán terminados "entre marzo y abril" y se duplicará su capacidad de procesamiento de efluentes.
Desde la gerencia de Calidad Ambiental del EPAS, Martín Herrera sostuvo que responsabilizar a la empresa provincial por los niveles de contaminación en el espacio recreativo de Cipolletti "es una reducción" y, si bien reconoció los problemas que arrastra la planta de tratamiento neuquina, explicó que las obras para solucionarlos se iniciaron en 2009 y que en "un mes y medio o dos" estarán listas. "El año pasado se licitó con fondos de Nación y está en un 85% de avance", detalló.
Tronador fue proyectada, en 1982, con una capacidad máxima de siete módulos de procesamiento, cada uno de ellos capaz de asistir a una población de 30.000 habitantes. Fue puesta en marcha con sólo un módulo y luego pasó a tres. Las demoras en la construcción de los otros cuatro derivó en que, cuando se pusieron en marcha, los primeros tres estaban averiados. Su reparación se inició el año pasado y, según sostuvo Herrera, estará terminada en los próximos meses.
"Sin embargo, hemos dicho que el punto de salida de la planta se está afectando. Pero eso, con un cierto recorrido, se autodepura. No se puede decir que todo lo de la Isla Jordán es culpa de Tronador", explicó el funcionario, que afirmó que las mediciones de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) indican que, a lo largo del tramo entre ambos puntos, la afectación de los líquidos que se vierten directamente en el río por la falta de capacidad de la planta de tratamiento neuquina "va bajando progresivamente".
No obstante, llamó a trabajar en forma conjunta entre las jurisdicciones y no entrar "en una lucha entre Neuquén y Río Negro". "El canal de Los Milicos aporta un caudal importante. No es nuestra idea salir a echarnos culpas entre jurisdicciones", amplió.
La AIC registró, a la altura de la confluencia de los ríos Neuquén y Limay, una presencia de 500 NMP de bacterias coliformes por cada 100 mililitros de agua. "De lo que puedo hablar es de una afectación en un cierto sector del río que luego se va autodepurando. Los análisis lo marcan", detalló.
