Lunes 25 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 22 > Sociedad
Neuquén es la tierra prometida para 15.000 bolivianos
Disciplinados en el trabajo y hábiles para el comercio. Muchos viven de la producción de verduras y frutas. En Neuquén son la segunda corriente migratoria.

NEUQUÉN (AN) - En los 50 llegaron las primeras familias; la oferta laboral en las grandes presas del Limay y el Neuquén los atrajo en los 60; en los 90 iniciaron una "oleada" que hoy, con 15.000 residentes, los bolivianos son la segunda corriente migratoria en Neuquén detrás de los chilenos.

Acometieron cualquier tarea que les permitiera ganarse el sustento a aquellos que hicieron punta. Aún cuando como en Mendoza -que les sirvió de trampolín para largarse al sur-, con la cosecha de uva, acá buscaron trabajo en la zafra de las manzanas.

La segunda tanda fue más definida: eran albañiles, que se mezclaron con criollos en las grandes obras hidroeléctricas. Los que dinamitaban los cerros eran precisamente bolivianos, por experiencia en las minas en su país.

Terminados los diques siguieron en la construcción y continúan identificados con este rubro, pero ya independientes, con miniempresas y hasta con emprendimientos de envergadura.

Los feriantes son sin embargo los que ofreciendo sus verduras y frutas, o sus ropas, se destacan por sus rostros de tez oscura, coloridas vestimentas y por ser los primeros en llegar y los últimos en irse.

Los productores de verduras, "huerteros" -en chacras que alquilan en Centenario, Vista Alegre, Plottier, Senillosa-, representan otra de las actividades que eligen.

Y los microcomercios -en los mercados de pulgas o en locales habilitados, en esta capital y localidades del interior- y los horneros -en Plottier-, completan los rubros preferidos por los bolivianos.

-¿Cuántos hay en Neuquén?

-Cada uno tiene su visión. Nosotros, en esta ciudad, Centenario, Vista Alegre, Plottier, Senillosa e incluyendo Cipolletti y Neuquén, calculamos 15.000 - dijo Jorge Muñoz, de la Pastoral de Migraciones y con funciones también en la misma área del municipio.

"Con el DNI, en condiciones de votar, 30.000. Y pueden ser muchos más", sostuvo Horacio Olivera, referente de la comunidad por su trabajo directo con el consulado de Bolivia para la Patagonia, con sede en Viedma.

En octubre el cónsul boliviano, Juan Carlos Espinoza Quintanilla, dijo a "Río Negro" que en Río Negro los residentes eran alrededor de 35.000.

"La llegada de bolivianos es permanente y se acentúa cada vez más, porque los que están traen a sus parientes y amigos y como son muy solidarios los reciben en sus casas hasta que arman la suya", comentó Alfredo Segura, de Migraciones municipal de la delegación del barrio El Progreso.

¿Por qué Neuquén?

Sin duda que por las ventajas para mejorar su condición socio económica. Sin desconocer su enorme aplicación al trabajo, disciplina, habilidad comercial, voluntad de superación -mandan a sus hijos a la escuela, a la universidad-, también es cierto que la informalidad del trabajo que realizan -permitida también a argentinos-, les da márgenes de ganancia que capitalizan al máximo.

"Hay varias explicaciones, pero muchos de mis paisanos, con sus rostros curtidos, quemados por el frío y por el sol por igual, vienen de Potosí, Oruro, Cochabamba, Tarija, donde los paisajes que no son diferentes de Zapala, Las Lajas, Loncopué", dijo Olivera.

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