Lunes 25 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 23 > Sociedad
Desde que sale el sol hasta que oscurece

NEUQUÉN (AN) - La feria de los sábados en el Parque Central es uno de los lugares de venta preferidos por los feriantes bolivianos. Los que ofrecen hortalizas, ropas o comidas al paso. El que llega primero elige los mejores lugares -sombra, asfalto- y como son muchos los vendedores, ellos son los primeros en llegar.

En las primeras horas de la madrugada, cuando el centro neuquino refleja el movimiento de la gente que sale de los de cines, teatros o restaurantes y los jóvenes palpitan la previa de los boliches, en la Vuelta de Obligado se pueden ver las camionetas -muy bien cuidadas, de modelos nuevos- desbordantes de mercadería, con sus dueños -familias, hombres, mujeres y niños-, esperando que aclarezca para armar sus gazebos y escaparates.

"En sus chacras trabajan desde que sale el sol hasta que oscurece. Ahora en verano hasta de noche trabajan, porque es cuando extraen las verduras para vender, para protegerlas por las altas temperaturas", comento Jorge Muñoz.

Intermediarios e impuestos

Una de las diferencias que marcan los bolivianos en la comercialización de las verduras es que como no apelan -no todos- a intermediaros, tienen menos costos y pueden vender más barato. "Otra es que ofrecen productos frescos", añadió.

Los feriantes no extienden facturas -no es una contradicción porque en esencia las ferias son precisamente para que el pequeño productor venda directamente sus productos-, y no tributar no deja de ser otra ventaja que los bolivianos aprovechan al máximo.

"Pero estos inmigrantes vienen a trabajar, se radican con sus familias acá y sus ganancias las invierten también acá. Debe hacer este enfoque", dijo Muñoz.

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