El multiinstrumentista Lucio O´Donnell acaba de presentar su primer álbum "Diumbaleia" -cuya composición le pertenece- producido por Daniel Leonetti, con Pablo Amodey, Gonzalo Benoit, Melisa Chao, Martín Grondona, Juan Ignacio y Lucía Trimarco, Santiago Passet, Daniel Perrone, Francisco Peydro, Silvio Ottolini y Gonzalo Vignati. Participaron además ocho acróbatas-bailarines-actores de la compañía "Impulso" dirigida por Soledad Pérez Tranmar.
Veinticuatro años tiene Lucio y tras pasar por difíciles momentos personales, inició un viaje que culminó con una experiencia en el Amazonas conviviendo con quienes se convirtieron en sus maestros espirituales. "Diumbaleia" es el resultado de ese periplo, un álbum instrumental, celebratorio, tribal y gratuito.
Se baja libremente de www.lucioodonnell.com "Durante mi vida siempre hubo y supongo que seguirá habiendo una búsqueda. El disco es un modo de tirar una onda positiva, después de indagar por diferentes lugares interiores y exteriores. Estamos en este planeta hoy y mejor buscar por lo positivo. Y la música permite esa posibilidad. Eso intento con este, mi primer disco.
-Uno se busca en otros, en otras cosas, en otros lenguajes?
-No es ideas lo que me interesa transmitir. Por eso "Diumbaleia" no tiene letra. Hay voces, pero básicamente es instrumental. No me interesa mostrar mis pensamientos, si no una sensación, una intención. Más allá de mis ideas, de una distinta manera de ver la vida, distinta creencia, hay un punto en el que todos coincidimos y es el que me gusta tocar para hacerle bien a quien me escuche.
Hubo un viaje interesante que hice no hace mucho, una búsqueda espiritual, para denominarla de alguna forma. Quería responder preguntas que tenía? Agarré la mochila, el saxofón que tocaba entonces y arranqué por Uruguay, llegué a Brasil, siempre por la costa, subiendo hasta (San Salvador de) Bahía donde escuché un par de relatos que me interesaron sobre el Amazonas. Así que de allí me fui a Manaos y en el aeropuerto (Eduardo Gomes), por una de esas coincidencias y sincronismos que regala la vida, di con la persona que tenía que dar.
- ¿Un músico, un religioso?
-Un hombre espiritual o chamán. Intentaba infructuosamente una llamada telefónica y un brasilero me consulta con quién quiero ligar. Mientras le respondía, al lado estaba este hombre de cincuenta y pico, sesenta años. Me pregunta qué hacía yo ahí. Tenía yo solamente quince reales. Un kamikase? Con esos pocos reales lo invité a un café." (Ríe Lucio). Liquidé mi presupuesto y él me abrió las puertas de su casa, me invitó a estar con su familia. Conocí una comunidad dentro y fuera de Manaos, durante un mes, una cosa así? Me abrió también las puertas de su conocimiento y su sabiduría. Pude participar en sus ceremonias.
Pasado ese tiempo, las inquietudes y preguntas con las que había partido, se fueron respondiendo. De Manaos salí para Venezuela. Extrañaba el mar. Me paraba con el saxo en la playa, simplemente miraba el agua, hundía los pies en la arena, el ruido las olas y tocaba dejándome llevar al horizonte. Yo no importaba, era parte del paisaje. Somos casi siete mil millones de humanos en el planeta y me parece que lo mejor que podemos hacer es darnos cuenta que todos flotamos en él ante muchas cuestiones que desconocemos, y aliarnos. Eso no es fácil, hay muchos conflictos difíciles de resolver. Pero está bueno generar conciencia de unión y respeto entre nosotros.
-¿Cómo se transporta esa experiencia a la música?
-El disco lo grabé en Buenos Aires, a la vuelta de este viaje? Uno es una esponja, básicamente, absorbe experiencias tras experiencias. Absorbe y después saca de sus entrañas lo aprehendido. De toda la música que escuché desde Los Beatles, Bob Marley, Caetano (Veloso), Gilberto Gil, argentinos radicados en Brasil, salió algo?"
- ¿Que reconocés tuyo? ¿Tiene tu marca?
-Una vez que la música se hace, deja de ser de uno. Eso se sabe. Supongo que es muy personal, invité a muchos amigos a tocar conmigo. Lo hice yo, pero no sé si es original o único. Hay tantas cosas sonando?"
-Tus padres, tus amistades más cercanas, qué dicen?
-Sí, sí, que es re Lucio. Es música instrumental con ritmo, pero a la vez tranquila; una combinación de esas dos variables. Un ritmo más cadencioso, sí, más sereno que sensual. Quizá? La idea es serenar interiormente. El mundo está tan agitado, hay muchas pálidas dando vueltas."
-¿Qué luces se encendieron en el camino que te indicaron la música como canal de expresión?
-Recuerdo pasarme horas escuchando música. Mis viejos me motivaron, me llevaron a recitales. Vi a Yes con mi papá (Pacho O´Donnell). A mi vieja (Marina Orsi) le gusta mucha la música brasilera, Caetano, Gil, hace poco vimos a Carlinhos Brown. Me veo usando esos auriculares grandes, sentado cómodo en un sillón, tirado en el piso mirando al cielo a través de la ventana.
Es que hay una esencia, mas allá del tiempo y del lugar geográfico donde estés. Una esencia humana que músicos de otras partes logran tocar. En mi caso, si busqué algo esencial es porque me di cuenta que el celular nuevo, la ropa cara, cosas a las cuales tuve acceso, no me hacían feliz. Uno quiere estar bien, disfrutar de la vida y al mismo tiempo hacer algo positivo. Probé la sociedad de consumo y no me satisface, no me llena interiormente. Haber hecho un disco, me tranquiliza. Hice algo con mi vida y está ahí, trabajado con mucho afecto. Hoy no puedo disfrutar de la vida sin hacer algo por ella. Es ese, básicamente, el momento en el que estoy.
EDUARDO ROUILLET