DUBAI (AP).- Los disturbios ocurridos en Irán tras las elecciones presidenciales "son una crisis de derechos humanos completa´´, opinó la organización Human Rights Watch, que pidió a Teherán que libere a los reformistas detenidos durante sus redadas.
Miles de protestantes pacifistas, incluyendo estudiantes, abogados e importantes activistas por los derechos humanos han sido detenidos tras las elecciones de junio, por lo que la reacción de Irán a la disidencia política es un "desastre de derechos humanos", dijo Human Rights Watch, con sede en Nueva York, en su reporte anual sobre violaciones y abusos en todo el mundo.
El subdirector de Human Rights para Medio Oriente Joe Stork describió la persecución "sistemática y brutal´´ de los manifestantes y los críticos del gobierno a manos de las fuerzas de seguridad.
Agregó que esto significaba "la peor represión´´ en décadas en la república islámica y pidió que Teherán libere a aquellos que fueron capturados en protestas pacíficas para demostrar su derecho a la libre expresión.
"La revuelta tras las elecciones de Irán es ahora una crisis de derechos humanos completa´´, dijo Stork, quien calificó esta crisis como el "intento claro por silenciar las voces de disentimiento´´.
Las autoridades iraníes han reconocido que al menos 30 manifestantes han muerto como resultado de los ataques de la policía antimotines y los milicianos extremistas del grupo Basij.
Human Rights Watch considera que la cifra de muertos es mucho más alta.
El capítulo sobre Irán, uno de los 15 países de Medio Oriente que fueron revisados en el reporte, fue presentado en Dubai junto con los resultados de Irak, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein.