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"Los hijos se fueron... y armé mi negocito en casa" | ||
En una habitación de su casa, apenas en un espacio chico que quedó "después de que los hijos se casaron", cuenta Nélida. Allí hizo nacer un sueño de años. El sueño de tener un ´negocito´ y una "entradita propia". Y lo logró. Tiene una mini-pañalera, regalería y venta de cosas para chicos. En su casa, en una piecita que tiene a un costado y con muy poca inversión. Sólo lo acomodó un poco, hizo una puerta, y el resto fue aporte de cada integrante de la familia. Nélida Carrasco y su hija, Viviana Martínez, se turnan para atender el negocio, ubicado sobre Damas Patricias, entre Mitre y Tucumán, en Roca. Ellas mismas se encargaron de dar los primeros pasos. Consiguieron un poco de mercadería, "otro pocos nos traen", y el marido de Nélida hizo el resto: creó las estanterías de madera y también con sus propias manos hizo un mostrador. "Y? vamos de a poco, pero tirando. Lo importante es no decaer, porque hay días que no vendés ´naaaada´. Pero es una salida buena, digna y hay que aguantar", dice Nélida. "Nada es fácil y si uno se queda...". A su lado, su hija, de treinta y pico, asiente. "A mí desde que me echaron del trabajo me quedé sin nada -cuenta Viviana-. Y bueno acá estoy, ayudándonos entre todos. Diez años trabajé en mensajerías y un día me dijeron ´no te queremos más´ y bue...". En Argentina unos 5 millones de personas se mueven en el ámbito del "trabajo informal". A sólo un par de cuadras de allí, Patricia, una ama de casa que vive en el mismo barrio, si escuchara las palabras de estas dos mujeres, coincidiría en pleno. Ella hizo prácticamente lo mismo. "Para ayudar en mi casa", resume. Una media sombra en el patio, cajones de fruta al aire libre, y venta. El resto, es historia conocida. Esfuerzo, horas de trabajo, constancia, y ganas. Muchas ganas de salir adelante. | ||
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