PUERTO MADRYN (Especial).- Cipolletti entregó otra floja actuación en este arranque de año y se fue de esta ciudad con una derrota, aunque lo más raro, al menos en esta campaña, es que jugó mal fuera de casa. El albinegro acostumbra a hacer buenas producciones de visitante, pero el 1-0 de ayer a favor de Guillermo Brown fue justo y le puso marco a un partido de pobre desarrollo.
Los chubutenses están necesitados de puntos y por eso toman muchos recaudos. Ayer la pelota transitó mucho por el medio, porque el local tiene poco peso ofensivo y la visita no acertó en la forma de romper el vallado que dispuso el rival.
De hecho el único gol llegó de un pelotazo que agarró mal parados a los centrales cipoleños y que Mauro Fernández definió ante Willy Ferreyra, a los 24 del complemento.
El primer tiempo fue decididamente mediocre. La actitud de Brown se topó con su propio desorden y sólo cuando la pelota pasó por Pablo Mota, mejoró el nivel. Tuvo algunas situaciones como para marcar, pero era esperable que sus delanteros definieran mal o erraran por poco.
Por momentos Cipolletti manejó mejor la pelota en la mitad del campo, aunque sin mayor ambición. Oscar Padua y Orlando Porra dispusieron de las más claras en el período.
El segundo tiempo tuvo un comienzo auspicioso. Los dos mejoraron en el manejo del balón y se empezó a dar un intercambio de ataques. Lo mejor fue de Cipo, pero Marcos Carrasco no pudo conectar una pelota pasada.
A los 24, el albinegro se descuidó y vino la comentada apertura de la cuenta, en los pies de Fernández.
Brown sufrió la expulsión de Mota tres minutos después y por eso definitivamente se plantó en el papel de contragolpeador. Cipolletti fue y fue, pero produjo muy poco. Prácticamente no tuvo una jugada neta para conseguir la igualdad.
Lo dijo el DT Perilli: "equivocamos el camino" y el resultado le dio la razón.