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Isla Jordán sufre los ataques y el abandono | ||
No hay suficiente control municipal para prevenir los daños. Parrillas, bancos, juegos infantiles y hasta árboles fueron destruidos. | ||
CIPOLLETTI (AC).- A la tala indiscriminada, ahora se le suman los daños. Varias de las parrillas y bancos que repararon o hicieron nuevos antes de la temporada, ya están rotos. Prácticamente no quedan juegos para los niños porque los destruyeron. Escasea la iluminación. La mayoría de los recipientes que colocaron para la basura, se los robaron. Y como faltan lugares apropiados para hacer asados, los días de mayor afluencia de público más de uno hace fuego contra la base de los árboles, afectando troncos y raíces hasta el riesgo de caída. Así está hoy la Isla Jordán de Cipolletti, la zona recreativa más importante que tiene la ciudad y que ni siquiera se puede utilizar como balneario por la contaminación del río. Desde hace años está prohibido bañarse en la margen norte. La indignación se apodera de los usuarios que respetan el predio y que ven cómo día a día se va deteriorando este sector público. Si bien en el ingreso hay una casilla donde se ve a un cuidador (por las noches queda un policía), es prácticamente imposible cubrir y prevenir. Sobre todo si se tiene en cuenta que desde hace unos cuatro años hay una sola persona en la guardia, la misma que debe darle información a la gente que quiere orientarse en el lugar o visitar alguno de los predios privados. Antes, los fines de semana había dos empleados municipales. Uno se quedaba en la casilla y el otro salía a ver si la gente cuidaba las instalaciones. Ahora, prácticamente los recorridos desaparecieron y la zona pública está "a la deriva", como se lamentó ayer un asiduo visitante. En agosto, la isla fue noticia porque trascendió la tala indiscriminada que se estaba realizando desde hacía unos meses en el sector próximo a la Confluencia. Se hicieron denuncias y finalmente en noviembre atraparon a los sospechosos. Pero a pesar de ello, aunque en menor medida, la tala también continúa. Un lugareño comentó que ahora ya no sacan tantos rollizos para venta de madera (como ocurría anteriormente) sino más bien leña, que evidentemente van acopiando para cuando llegue el invierno. Los rastros lo demuestran. Troncos y ramas cortadas se siguen viendo hacia la zona de la Confluencia. Y próximo al ingreso, cerca de la casilla de informes, el parque con juegos que años atrás tuvo su encanto, suma desolación. En ese sector no quedan hamacas. Allí, más de un banco se ve destruido, al igual que las parrillas. Este año se habían hecho nuevas y se repararon otras, pero ya varias están rotas. | ||
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