Un hospital en el noreste de Brasil dio de alta el viernes a un niño de 2 años, quien debió ser sometido a tres cirugías para retirarle 26 agujas que su padre le insertó en el cuerpo.
El niño fue entregado a su madre, dijo Susy Moreno, vocera del Hospital Ana Neri, en la ciudad de Salvador.
El niño tiene todavía cinco agujas en el cuerpo, pero los médicos consideran que ello no representa un riesgo para su salud. Confían en retirarlas después.
Durante una entrevista con Globo TV, el mes pasado, el padre dijo que había insertado las agujas en el niño en un intento de matarlo sin ser descubierto, para vengarse de su esposa.
La policía ha acusado formalmente de intento de homicidio a Roberto Carlos Magalhaes y a su amante, quien supuestamente ayudó a cometer los actos.
AP