Son horas difíciles en el ´Mundo Boca´. Sabiendo ya que el Coco Basile no volverá a sentarse en un banco de suplentes donde en su primera era fue muy feliz y en la segunda padeció, la única certeza que existe es que la dirigencia xeneize le reclamará a Carlos Bianchi que vuelva a calzarse el buzo de entrenador.
Eso es lo que trascendió anoche, después de la reunión que mantuvieron el presidente Amor Ameal y el manager. Claro, el gran obstáculo al respecto sería que justamente el Virrey no estaría dispuesto a ser el reemplazante de un Basile con el que tenía cortocircuitos.
La posible negativa de Bianchi abriría un frente de tormenta y enorme interrogantes de cara al futuro. Primero, porque habrían directivos de Boca que estarían dispuestos a rescindirle el contrato al manager si es que no acepta el nuevo puesto. Segundo, porque no existen muchos nombres en carpeta para ocupar un cargo que hoy, después de lo pasado, realmente "quema".
Bianchi tiene pensado continuar en el mismo puesto y ofrecer como técnico a Gustavo Alfaro, un DT con el que comparte ideas y que está cercano a su grupo íntimo.
Los otros nombres que comenzaron a circular ya han estado en danza hace un tiempo. Uno es el de Diego Cagna, quien dejó de ser el entrenador de Tigre hace poco más de un mes. El otro es el de Guillermo Barros Schelotto, que ya mostró su interés por el cargo, pero que hace poco renovó como jugador en el Columbus Crew.