Jesús Méndez estaba cerca de convertirse en nuevo jugador de Boca. La dirigencia xeneize y sus pares de Rosario Central mantienen una diferencia económica, pero ambas partes suponían que se resolvería a más tardar mañana.
La gestión con la dirigencia ´canaya´ por Méndez está llevándola ahora el propio presidente de Boca Amor Ameal en forma personal, y ayer las diferencias se habían achicado considerablemente ya que Boca estaba dispuesto a desembolsar tres millones de dólares y el punto a resolver era 200 mil dólares.
Sin embargo, en el último contacto el club rosarino pretendió incluir en la operación a Federico Insúa como parte de pago, algo que sorprendió a Boca ya que el nombre del ´Pocho´ no había aparecido hasta ahora.
El padre y apoderado del jugador, José Méndez, ya le reclamó a la dirigencia canalla que defina la situación. "Mi hijo no está bien porque pasan los días y no se resuelve nada. Necesita que Central termine de acordar para definir este tema", sostuvo el apoderado.