El ministro estaba enfrascado jugando uno de sus habituales partidos de truco en la playa cuando sonó uno de sus tres celulares. Cortésmente dijo a los otros turistas que debía interrumpir el juego en el que la mentira se pavonea y es festejada lúdicamente. Mandó entonces a un colaborador a que corriera hasta una carpa ubicada en otro sector, ocupada por el juez supremo Carlos Fayt.
-Decile que lo invito a conversar sobre algo importante, ordenó el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, quien tiene por costumbre no hablar de política con sus vecinos cuando está en malla y en misión de esparcimiento en Villa Gesell.
Al rato, el mensajero regresó con la respuesta del juez decano: "Fayt le agradece el convite, pero me manda transmitirle que como está muy ocupado con una persona amiga no quiere ser molestado. Le desea que tenga 33 de mano y los dos anchos".
Si bien allí se frustró el contacto informal, son muchos los que creen, en el gobierno y en la oposición, que la Corte no podrá permanecer mucho más tiempo impasible frente al grave conflicto desatado a raíz de dos DNU de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Por uno de ellos se pretende afectar reservas del Banco Central al pago de la deuda externa en el 2010 y por el otro, despedir al titular de esa entidad, Martín Redrado, quien acorralado y desafiante ante la orden del Ejecutivo acaba de declarar que los que tratan de "matarlo" en realidad "se están suicidando".
"Estamos en el barro. Se ha judicializado la política, pero también se ha politizado la Justicia y son muy pocos los que actúan con lealtad", se quejó en medio de la maraña de enfrentamientos el neuquino Horacio Quiroga, después de aconsejarle al vicepresidente Julio Cobos que hoy más que nunca, mientras proliferan los ataques kirchneristas y el mutismo de sus correligionarios, debe moverse con "prudencia, paciencia y tolerancia".
"Casi nadie salió a defenderme", lamentó Cobos ante el ex ministro del Interior Enrique "Coti" Nosiglia, luego de la frustrada sesión de labor parlamentaria del lunes pasado y de los embates personalizados de la presidenta y Aníbal Fernández asociándolo con Judas. El mendocino retornó a Mendoza, donde siguió de vacaciones, no sin antes aclarar a través de un comunicado que no llamará a sesiones extraordinarias cuando Cristina viaje a China a fines de esta semana.
La Corte, frente al reclamo del gobierno de San Luis que sostuvo que es inconstitucional el uso de 6.569 millones de dólares del Fondo del Bicentenario, había pedido informes a la Presidencia, tras lo cual se llamó a silencio. Se ubicó el alto tribunal como espectador privilegiado al desatarse con furia la pelea política y la virulencia en los estrados de la jueza María José Sarmiento. La cuestión estalló más tarde en Nueva York, donde en una comedia sin fin se levantó el embargo pero se puso freno transitorio al canje de la deuda todavía en default.
Fuentes del peronismo oficialista y del radicalismo, fuerzas que le han bajado el dedo a Redrado y negocian la forma elegante de salir de la crisis frente a la desconfianza pública de "Lilita" Carrió, admiten por lo bajo que el gobierno debe "cortarla" con su estilo prepotente, esto es sin buscar consensos y "puenteando" al Congreso.
Aceptan gruesos errores jurídicos por parte de los abogados K, a la vez que cargan las tintas sobre las espaldas de la jueza Sarmiento. Señalan que ésta fue promovida por el ex juez de la Corte menemista Rodolfo Barra y que está ligada a la derecha católica. Despotrican, sobre todo, porque le dio carácter de urgente al recurso de amparo presentado por el diputado Federico Pinedo y luego convirtió en ordinarias las actuaciones, dejando en "indefensión" al Estado.
"La Corte no puede ser más prescindente. No hay espacio para que se borre mucho tiempo más", dijeron las mismas fuentes a este diario, ante la trabazón que se da en el Congreso y la determinación de Cristina de tumbar cuanto antes a Redrado y de- nunciar como conspirativo cualquier intento de autoconvocatoria parlamentaria antes del 1 de marzo.
Como hay negociaciones secretas -Carrió lo confirmó- entre los senadores radicales Gerardo Morales y Ernesto Sanz, los justicialistas Miguel Pichetto, José Pampuro y Nicolás Fernández, e incluso la peronista disidente Liliana Alegre de Alonso, no habría que descartar un cambio de estrategia oficial para evitar el embargo de fondos argentinos en el exterior. Acechan los famosos "fondos buitres", equiparados a "las ratas del Riachuelo" por Cristina Kirchner.
En ese caso, podría habilitarse excepcionalmente el funcionamiento del Congreso en febrero previa venia de Cristina, aunque antes -como se ha dicho- se esperaría un salvavidas de la Corte en defensa de "intereses patrióticos". En Diputados están muy activos el presidente de la cámara, Eduardo Fellner, y Ricardo Alfonsín, el hijo del ex presidente.
Redrado promete llegar con pan y agua hasta el fin de su mandato, en septiembre. Pero ya le han recortado funciones y los dos partidos mayoritarios en su composición actual de tinte progresista (de esto tomó nota Cobos) tomaron distancia de los rígidos conceptos del liberalismo sobre la autarquía a ultranza del Banco Central.
"Hace una semana querían convertir este hecho en otra 125, propinándole una derrota fatal al gobierno. Hoy cambió el clima y se revalorizó la tradición democrática", aceptó un vocero del gobierno en diálogo con "Río Negro".
Lo cierto es que, girando 180 grados, la presidenta no tuvo empacho en "felicitar" a dos dirigentes agropecuarios a los que hasta no hace mucho se señalaba como enemigos: el chacarero entrerriano Alfredo De Angeli y el duro bonaerense Pedro Apaolaza. Con los dos hizo acuerdos para pagar a precio pleno gran parte de la producción triguera y desactivar otro flanco ríspido.
Por su parte, los que tienen títulos de la deuda pública están perdiendo mucho dinero y también demandan una pronta salida de Redrado. "El sector financiero demanda una definición", dijo un alto funcionario de la Asociación de Bancos.
No es de prever que las tensiones amengüen. "No seremos simpáticos, podrá no gustarles nuestro carácter, pero no aflojaremos ni bajo el agua... no podemos volver al pasado", fue uno de los tantos avisos de Cristina.
"Si el gobierno no sale de esta espiral de locura, somos los legisladores y la Justicia los que tenemos que poner la cuota de cordura necesaria", replicó la senadora Hilda "Chiche" González.
Detrás de las dos mujeres están los guapos: Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde.
Y en esta tenida siempre puede aparecer, circunstancialmente, uno más guapo que haga valer 33 de mano.
ARNALDO PAGANETTI
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