Hay temporadas para la moda. Y esta es una. París, Nueva York, Milán, São Paulo. Y sí, desde ayer, también Berlín. Diseñadores, modelos, pasarelas, fiestas y muchos compradores. La capital alemana se convirtió en la capital de la moda y en la sede de dos prestigiosas ferias: la sexta edición de la Fashion Week en la céntrica plaza Bebelplatz, y la segunda de la Bread & Butter, en el antiguo aeropuerto de Tempelhof.

La "Fashion Week", que tiene lugar cada medio año, presenta hasta el fin de semana cerca de 30 pasarelas de prestigiosas casas de moda internacionales.

La primera presentación corrió a cargo de la marca Joop!, que preparó su espectáculo en la Nueva Galería Nacional. A Boss Black le llega el turno hoy en el museo Hamburger Bahnhof. En su desfile, el diseñador berlinés Michael Michalsky contará con música de la banda de los 80 Spandau Ballet.

La Bread & Butter que, con el aeropuerto en desuso de Tempelhof como telón de fondo, recoge las creaciones de moda urbana más jóvenes y frescas de firmas como Diesel, Boss Orange o Lacoste. La original "Bread & Butter" tienen sus orígenes en julio de 2001 en la ciudad de Colonia, cuando un grupo de 50 marcas dieron la espalda a las ferias tradicionales y se presentaron como una alternativa.Con el paso del tiempo, el salón de moda pasó a Berlín y después a Barcelona, donde permaneció varios años hasta que, a mitad de 2009, la que se ha convertido en una de las muestras de ropa urbana por excelencia, aterrizó de nuevo en la capital alemana, tras la oferta del consistorio berlinés en la que ofrecía Tempelhof como sede.

Aunque Berlín no juega en la liga de París o Milán, en esa ciudad se estima que viven entre 600 y 800 diseñadores y dos veces al año tiene el privilegio de poder sentirse capital de la moda.