VIEDMA (AV).- Un joven de 22 años murió ahogado ayer en el río Negro a la altura del puente Villarino cuando se sumergió en las profundas aguas en una zona no habilitada como balneario municipal.
El joven identificado como Gino Ochi había concurrido con su pareja y otros familiares que decidieron pasar el día en la zona costera conocida como Pista de la Salud, un área municipal de recreación que no cuenta con suficiente vigilancia por tratarse de un sector con una profusa vegetación, peligrosos raigones y "pozones".
Ni bien se zambulló, la familia notó que tardaba en salir y comenzaron a llamarlo, pero no respondía.
Visiblemente nerviosos, sus allegados hicieron la denuncia e inmediatamente concurrió una brigada de efectivos policiales que inició la búsqueda por la orrilla en dirección hacia los balnearios de Viedma, mientras personal de Prefectura Naval hacia patrullajes en cercanías del puente.
Un buzo de la Policía se arrojó al agua tratando de dar con el cuerpo, que recién pudo ser extraído de un lugar profundo a apenas siete metros del lugar donde había desaparecido.
El operativo de rastrillaje demandó varias horas y recién a media tarde se pudo dar con su paradero.
El joven era oriundo de Carmen de Patagones, y al parecer, no conocía demasiado la zona, pese a que en ese sector, la Municipalidad de Viedma colocó carteles de prohibición de baño.
El lugar suele ser visitado por varios adolescentes que sin el conocimiento de sus padres utilizan como trampolín gruesas ramas de sauces que dan al río, lo que en momentos de pleamar les permite arrojarse al agua en forma peligrosa sin ningún tipo de control. Los más avezados se cuelgan de las ramas mientras que la gente camina al lado por esa zona que es un parque recreativo de la ciudad.
Esta vez, la Prefectura actuó pasivamente dado que su jurisdicción plena comienza fuera de la zona de costas, y las primeras indicaciones formuladas por los allegados a la víctima dieron cuenta que el joven desapareció a pocos metros de la orilla. Sus efectivos realizaron tareas de avistaje frente a la posibilidad de que el cuerpo aparezca en la superficie como ocurrió horas después pero sobre la línea de marea.
Los primeros relatos nerviosos no podían determinar fehacientemente lo ocurrido y en principio por la zona de balnearios corrió el rumor sobre la presunta desaparición de un niño.
