Chile y sus dirigentes han dado a su país y al mundo una conmovedora demostración de cultura cívica. Para países como la Argentina, donde hasta el mismo gobierno se ha encargado de minar la calidad del sistema institucional y alterar sus reglas y contratos esenciales, conviene simplemente tomar nota de la manera como se han tratado los contrincantes al minuto mismo de conocerse el resultado del comicio.

El perdedor, Frei, no tardó en admitir su derrota apenas tuvo los datos del primer cómputo, lo primero que hizo fue felicitar y desear éxito al ganador. Lo mismo hizo el ex presidente Lagos.

La presidenta Bachelet también elogió la victoria de su oponente en un diálogo telefónico en el que Piñera le pidió consejos "por su experiencia de cuatro años". Ella lo invitó a desayunar.

Y anoche, ganador y perdedor se confundieron en un abrazo y salieron al palco junto a sus familias.

Parece innecesario recordar las mezquinas actitudes que se manifiestan aquí frente a estos acontecimientos. Las distancias se agigantan.