Martín Lanatta, principal sospechoso del triple crimen por el negocio de la efedrina, confirmó a la Justicia su vinculación con el esquema de poder del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en el peronismo de Quilmes.

El diario "Clarín" publicó ayer una investigación en la que los negocios mafiosos por los remedios también se cruzan con el fútbol, ya que el candidato del jefe de Gabinete K a intendente de Quilmes es Andrés Meiszner, hijo del secretario general de la AFA, José Luis Meiszner, el contacto de Aníbal Fernández para alcanzar la estatización de del fútbol. Ambos comparten negocios inmobiliarios en el municipio bonaerense.

En esa red de negocios, fútbol y política, Aníbal Fernández tenía previsto un mejor futuro para Andrés Meiszner, a quien incorporó al dispositivo de poder del gobierno nacional, ubicándolo al frente del Renar. Se trata del organismo que otorga los permisos de armas y le dio cuatro permisos al asesinado Sebastián Forza.

Este esquema de poder comenzó a crujir en as últimas horas por la investigación del triple crimen que realiza la Justicia. En la causa, según reveló Clarín, el acusado Martín Lanatta confirmó en su declaración indagatoria un dato clave que hasta ahora el gobierno venía negando: su vínculo con el ex hombre de confianza del titular del Registro Nacional de Armas (Renar), Andrés Meiszner.

Los dichos de Lanatta ante el fiscal de Mercedes Juan Bidone fueron revelados por dos fuentes judiciales y confirman que formaba parte de la estructura política del Jefe de Gabinete, con una pata en el Renar y otra en la barra de Quilmes.