El nuevo presidente chileno, el millonario Sebastián Piñera, es un émulo del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, en los negocios y la política, pero no en las mujeres, según parece.
Piñera, uno de los 700 hombres más ricos del orbe, posee un canal de televisión, es dueño del equipo de fútbol más popular del país, Colo Colo, y siempre evoca a Dios en sus discursos.
Hiperkinético y lleno de tics, como él mismo admite, la "locomotora", siempre soñó con ser presidente. "Es lo único que quiero", dijo en broma y en serio hace casi una década en televisión. Carismático, exuda optimismo. "Un mensaje de esperanza para todos los chilenos, vienen tiempos mejores para Chile y para los chilenos y muy especialmente para tantos que yo he visto con mis propios ojos ", dijo en campaña.
De 60 años, Piñera proviene de una familia cuyos miembros colaboraron como ministros o asesores con seis de los últimos siete gobiernos y cuyo patriarca, el embajador ante Naciones Unidas José Piñera, fue agente de la CIA.
Dueño por años de un imperio bancario, Piñera es también controlador de la línea aérea LAN Chile, una de las más importantes de Sudamérica, junto a Varig de Brasil. Esa posición de controlador de la oferta aérea en Perú, Chile y parte de Argentina lo obligó a negociar, hasta que dejó la compañía, como empresario con el presidente del Perú, Alan García, y con el ex mandatario argentino Néstor Kirchner, lo que no fue bien visto por algunos en Chile.
Justamente su cruce entre política y negocios, que alguna vez lo tuvo cerca de la cárcel hace dos décadas por un escándalo bancario, es el principal flanco que atacan sus detractores. En campaña, por ejemplo, sus detractores le enrostraron que fue accionista de una cadena de farmacias que se coludió con su competencia para subir los precios de los medicamentos.
Piñera, quien ya vendió las acciones de las compañías donde era minoritario, asegura que venderá sus activos antes del 11 de marzo, al asumir la presidencia. Además replica a esa desconfianza resaltando que él sabe crear riqueza, en una economía que solo creó 50.000 empleos . "Vamos a crear un millón de empleos", prometió
No obstante su apoyo hoy unánime en la derecha, Piñera enfrentó por años resistencias entre sus parciales, debido a que se opuso a que el dictador Augusto Pinochet fuera ratificado como presidente en un plebiscito de 1988. Ea resistencia de sectores conservadores lo obligó en años pasados a abandonar ambiciones senatoriales y presidenciales, además de ser víctima de operaciones de inteligencia y el secuestro de un hijo de parte de equipos de seguridad en los ´90.
Casado desde 1973 con Cecilia Morel, este economista doctorado en Harvard tiene cuatro hijos. (DPA)