Domingo 17 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 26 > Internacionales
Cruces de cara a un balotaje que se disputa voto a voto

SANTIAGO DE CHILE.- El candidato presidencial del oficialismo chileno, el senador Eduardo Frei, y el abanderado de la derecha, el millonario Sebastián Piñera, intercambiaron sus últimos ataques de cara a la segunda vuelta, disputada voto a voto.

Piñera previó un triunfo holgado sobre su contendiente, de al menos seis puntos, en contra de la sensación de última hora de una disputa estrecha. "Lograremos un triunfo histórico para el país, siendo un gran día para Chile", aseguró el empresario en el entretiempo de un partido de fútbol que disputó ayer en la capital. "Ya anoté tres goles y en el segundo tiempo voy a anotar tres más: hagan la suma. Esto es un vaticinio de lo que será mañana", pronosticó.

"No da lo mismo quien gobierne", reiteró toda la semana la popular presidenta Michelle Bachelet (58), desatando el rechazo de Piñera, quien denunció una campaña del "terror" en su contra.

"Les haría muy bien después de 20 años, volver a vivir la vida normal y corriente que viven millones y millones de chilenos. Si no es tan malo, amigos de la Concertación, levantarse temprano, trabajar en forma honesta, ganarse la vida", dijo Piñera.

Desde la vereda opuesta, Frei reclamó contra los ataques de Piñera y sus portavoces. "Han insultado a la presidenta (Michelle Bachelet) estos últimos días, a los chilenos que trabajan", sostuvo el parlamentario demócrata cristiano.

El ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, reclamó que que "el candidato opositor ha ofendido innecesariamente e injustificadamente a un montón de gente".

El senador Frei, quien busca el quinto mandato consecutivo del oficialismo desde 1990 y el segundo suyo, festejó que finalmente la elección esté abierta, tras dos años de supremacía de la oposición de derecha, según todas las encuestas.

"Un voto puede hacer la diferencia. Un voto por mesa puede hacer la diferencia", dijo Frei, respaldado por una coalición que va desde la Democracia Cristiana, su partido, hasta los comunistas.

La jornada, que supone la elección más incierta de los últimos 40 años, pondrá en juego dos visiones de políticas sociales y de posiciones frente al marco constitucional del país. (DPA/Télam)

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