Sin ser un equipo brillante, pero sí compacto y muy efectivo, Estudiantes goleó 4-1 a Boca, desnudó todos sus puntos débiles y se quedó con el título del triangular de Mar del Plata.
No fue una de las mejores producciones del Pincha en los últimos tiempos, pero con orden, bastante precisión y movilidad maniató a un 'xeneize' perdido, timorato, que fue una sombra en esos 45 iniciales.
Boca tuvo problemas en todas las líneas. Apenas iban 2 minutos cuando casi factura Leandro González, pero Javier García estuvo más rápido. Instantes después JS Verón metió magistralmente un tiro libre en el corazón del área y no fue gol de Desábato de milagro. Lo tuvo antes de los 10 otra vez González tras un gran pase de la Bruja, pero el delantero pasó al '1'y se quedó sin ángulo.
Boca no tenía salida y todas sus intenciones terminaban en pelotazos que ponían los pelos de punta del Coco Basile. La única clara fue de Lucas Viatri a los 32, pero su furibundo frentazo después de un corner se fue muy cerca del arco de Orión. La última antes del descanso la tuvo Estudiantes, en un contragolpe que desaprovechó González.
Al regreso de los vestuarios el panorama siguió igual, salvo porque el equipo de Sabella pegó duro tres veces en 15 minutos: a los 4, González aprovechó la pasividad de la defensa rival y su centro lo empujó al gol Núñez; a los 12, Hoyos recorrió 20 metros con la pelota y se la clavó abajo a García; tres minutos después, el Principito Sosa clavó un zapatazo de novela, tras una combinación con Verón. Boca acusó el impacto y se adelantó. Viatri, a los 26, clavó un golazo y Orión salvó al Pincha por dos. Pero Morales Neumann puso la frutilla del postre y el Pincha festejo.