El hombre sabe de éxitos, de muchos éxitos; sabe de escenarios difíciles, complicados: sabe de públicos ansiosos, de aplausos contenidos, de esperas largas.
El hombre sabe que apenas sube al escenario, nueve años de ausencia son nada y son una eternidad a la vez, porque ese es efectivamente el tiempo en que estuvo alejado de este festival, uno de los más importantes del país.
Y volvió para calmar esperas, para despertar aplausos que sólo eran para él.
Horacio Guarany volvió a Jesús María en la edición 2010 para colmar un estadio. Sí, 17 mil personas fueron a verlo, a aplaudirlo, a escucharlo. Y digo verlo porque nadie sabe si este será su último Jesús María.
A los 84 años, Horacio Guarany es uno de los máximos exponentes de la historia del folclore argentino, uno de los que más discos lanzó al mercado y uno de los que más vendió en toda su carrera. Pero ya no es el mismo, no está para maratones folclóricas, no está para grandes recorridos.
Sí está para un festival especial como es Jesús María, donde la gente, como pasa con los ídolos de cualquier género, se banca cualquier desafinada con tal de verlos en el escenario. Es que Horacio Guarany se puede dar ese y muchos más lujos, es que él y unos pocos más, pueden tener esa dosis de comprensión del público festivalero que no es el mismo que el que va al teatro o al concierto. En los festivales muchas veces pesa más el fervor, la fuerza, el empuje, que una buena voz. Y Horacio Guarany ya tiene tanto camino recorrido que su voz denota desgaste.
Claro, el hombre tiene tal vez a uno de los mejores grupos de músicos que tenga el folclore actual y esos músicos saben de baches, de tapar imperfecciones, además de por supuesto hacer su trabajo de manera excelente. El reencuentro del cantor de 84 años con su público contó con una multitud que aclamó desde el amplio anfiteatro festivalero emplazado en esa población que dista 50 kilómetros al norte de Córdoba, donde se vendieron más de 17.000 entradas.
Horacio Guarany es para el folclore no sólo el exponente que se sube al escenario y atrae multitudes, es también un gran poeta, uno de los que más temas tiene en su haber, es más, canta mayormente temas de su autoría, inigualables.
Escribió tanto que cuando uno se refiere a Horacio, como lo llaman sus seguidores, sabe que está hablando del que canta en los escenarios y cosecha aplausos y del que escribe, cosa que no muchos en el ámbito del folclore pueden mostrar. Cuando Guarany cantó "Volver en Vino" fue un poco reeditar el Horacio de sus mejores tiempos, porque la gente cerró los ojos y era el mismo que nueve, diez o los años que sean hacia atrás, también llenó este y otros festivales.
Jesús María termina con éxito y creo que lo de Guarany fue lo más destacado del festival, amen de los que vienen empujando, de los de siempre y de los que la gente va a ver.
La gente quiere famosos y cuando alguien nuevo asoma en el horizonte del festival, tiene que ser muy bueno para cosechar en primera instancia tolerancia y después los aplausos.
Entre lo poco que se pudo ver debido a la muy mala entrega que hace el Canal 10 de Río Negro del festival de Jesús María, que se engancha tarde, cuando el espectáculo ya comenzó y encima lo corta cuando quiere, hay algunos grupos para destacar.
Me gustó la presentación de Los Huayra, grupo que viene ganando espacio en todo el ámbito del folclore. Son de lo mejor, aunque para mi gusto debieran cantar más temas con fuerza que los románticos que no son precisamente folclore. Creo que es el modo de no parecerse a otros que se la pasan cantando temas que parecen sacados de una novela.
Ojalá el año que viene la TV al menos nos muestre una noche completa de Jesús María.
JORGE VERGARA
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