El bonaerense Marcos Patronelli (Yamaha) se convirtió en el primer piloto argentino en ganar una categoría del Rally Dakar, al conquitar ayer la especialidad de cuatriciclos en la trigésimo segunda edición de la prueba de fama mundial.
El menor de la dinastía (29 años), que en la última etapa concluyó sexto (ganó el polaco Rafal Sonik y segundo fue C. Declerck), completó las catorce días de carrera en 64 horas 17 minutos 44 segundos, mientras que su hermano Alejandro fue segundo en la general a dos horas 22 minutos 59 segundos. Es decir, la familia (y el país) no olvidarán un hecho de semejante envergadura.
"Fue un Dakar muy redondo desde el inicio. No fue fácil llegar acá, luchamos durante los 14 días de carrera, anduvimos a fondo para marcar una pequeña diferencia", dijo el gran campeón al finalizar la carrera, en medio de abrazos y una lluvia de felicitaciones..
Posteriormente, el mejor piloto de la especialidad puntualizó que "la carrera se hizo más llevadera porque no tuve inconvenientes (mecánicos), sino es muy complicado hacer mil kilómetros en un cuatriciclo".
Cuando se le preguntó por el significado de haber hecho el 1-2 con su hermano, afirmó que "es algo muy lindo, muy familiar, me cuesta creerlo. Fue muy importante su presencia a mi lado, porque correr sólo, en ciertas partes del recorrido, es muy complicado".
Los hermanos Patronelli dominaron ampliamente este competencia y, salvo excepciones, como en la etapa disputada ayer, estuvieron siempre en el primer o segundo lugar.
El español Juan González Corominas, quien finalizó tercero, nunca llegó a ser un verdadero rival para los dos argentinos, a quienes sólo el terreno o un inconveniente mecánico podía quitarle, verdaderamente, el triunfo.
Más allá de realizar una carrera "redonda", como la definiera Marcos, los Patronelli vivieron la semana pasada un par de jornadas para el olvido.
Primero cuando hablaron de sabotajes de la organización para impedirles el triunfo, y posteriormente cuando anunciaron que abandonaban la competencia por considerar injusta una penalización que se le impusiera a Marcos en Iquique (Chile).
Marcos Patronelli volvió a hablar de sabotaje, de pruebas inventadas y del deseo de los organizadores para que no ganara un piloto argentinos.
"No voy a volver a correr el Dakar", amenazó Marcos Patronelli y puso a toda la organización con los pelos de punta en un momento álgido de la competencia mundial. Sin embargo a una hora del inicio del conflicto, la organización quitó la penalización y los Patronelli volvieron a la carrera, sin ponerse colorados por sus amenazas.
"Esto es impresionante, increíble, me llena de orgullo", dijo el vencedor. Su hermano cerró la charla entre lágrimas: "Desde el principio la meta era llegar juntos con Marcos, y se dio. Por eso la vida te premia con momentos como estos", cerró Alejandro, en un día inolvidable para la familia.
Además, Carlos Sainz se dio el gustazo de ganar en autos, ya que superó por 2 minutos y 12 segundos a su compañero de equipo, el qatarí Nasser Al-Attiyah. En motos el ganador fue el francés Cyril Despres y en camiones la victoria quedó en poder del multicampeón ruso Vladimir Chagin (Sigue en Págs. 51-52)