"He hecho cosas bien, otras mal y sigo aprendiendo -dijo-. A mi placer me produjo ser jugador de fútbol y técnico, la de director deportivo es la función que menos placer me da, pero tengo que seguir adelante".
Así lo reconoció Carlos Bianchi en la conferencia de prensa que brindó ayer en La Posada de los Pájaros, sede de la pretemporada de Boca en esta ciudad.
Bianchi, cumplido un año en su función de director deportivo, prefirió no hablar de su posible vuelta como técnico y se mostró fastidioso por las complicaciones que surgen en las negociaciones por los refuerzos.
El año pasado, el Virrey había dicho que el entrenador estaba durmiendo la siesta, pero en esta ocasión prefirió eludir el tema cuando le consultaron por un posible regreso una vez que se termine el ciclo de Alfio Basile.
Sobre el inconveniente para sumar los refuerzos deseados Bianchi reconoció que "está todo complicado porque en las negociaciones nos van cambiando los números y las condiciones permanentemente, por eso se van cayendo. Siempre me maneje de la misma manera y no voy a cambiar. Se lo expliqué a Basile y él entiende la situación".
Bianchi manifestó que Boca está buscando "un defensor central y un mediocampista" y resaltó que Julio Cáceres puede irse al Atlético Mineiro.
Sobre el pase de Jesús Méndez, Bianchi afirmó que se siguen las negociaciones pero "en ese ida y vuelta el jugador termina siendo caro. Ellos solicitaron 3 millones de dólares netos, que representan 3.750.000 dólares más una plusvalía del 30%, por lo que es un jugador que va más arriba de los 4.000.000 , y no digo que Méndez no lo valga, digo que es un buen jugador y por eso lo fuimos a buscar, pero es una cifra alta la que nos piden", enfatizó.