El lector que es cliente de la empresa de telefonía fija que monopoliza el servicio en el sur del país sabrá de qué hablo a medida que vaya leyendo estas líneas.

Soy cliente (forzado) de la misma desde hace varios años y más de una vez he tenido que armarme de paciencia para efectuar reclamos por algún "desperfecto del sistema" que hizo que padeciera diversos inconvenientes en mi línea telefónica y en el servicio que debería brindar lo más impecablemente posible la empresa.

Ahora, resulta que por mudarme a una localidad donde no puedo instalar el servicio de esta compañía ya que allí hay una cooperativa telefónica, no puedo elegir, como cliente, la fecha de baja de la línea. Hice tres llamados al 112 y tuve dos respuestas diferentes a mi inquietud; en una me dijeron que tenía que llamar 15 días antes para dar de baja al servicio y que a los 15 días exactos retirarían los aparatos de mi domicilio. En los otros llamados me dijeron que a partir de la fecha del pedido de baja la empresa contaba con 10 días como máximo para retirar los aparatos en cualquier momento. Yo necesitaba, concretamente, que el 15 de diciembre fuera la fecha de baja del servicio y retiro de los aparatos pero esta moderna, "eficiente" y "servicial" empresa no cuenta con ese beneficio para sus clientes. Ellos deciden dentro de los 10 días cuándo dan la baja definitiva al servicio, sin importar la voluntad o disponibilidad del usuario.

La autoridad más alta a la que pude acceder para plantear esta situación fue una supervisora de los operadores que atienden los llamados de los clientes que piden la baja del servicio y que no supo cómo solucionar el tema ni pudo derivarme a una autoridad superior.

¿Cómo se llama esto? Yo lo siento como un avasallamiento a un derecho. ¿Estaré equivocado? Lo concreto es que a mi simple y sencilla vida, con todo lo que una mudanza implica, debí agregar una preocupación y un malestar más por algo tan sencillo como la baja del servicio telefónico. Tal vez alguien considere que esto es una insignificancia pero para mí no lo es y forma parte de los tantos atropellos que experimenté en mi derrotero como cliente de esta empresa del Primer Mundo.

Bernardo Milipán, DNI 16.574.445

Neuquén