Los chilenos definirán este domingo si giran o no a la derecha, en lo que promete ser una lucha voto a voto, entre el millonario Sebastián Piñera (60) y el senador oficialista Eduardo Frei (67).
La decisión, que asoma incierta y reñida, desató una campaña acelerada, y a ratos subida de tono, por captar los sufragios del siete por ciento de indecisos que aún quedan, según un último sondeo.
"No da lo mismo quien gobierne", reiteró toda la semana la popular presidenta Michelle Bachelet (58), desatando el rechazo de Piñera, quien denunció una campaña del "terror" en su contra.
"Les haría muy bien después de 20 años, volver a vivir la vida normal y corriente que viven millones y millones de chilenos. Si no es tan malo, amigos de la Concertación (gobierno), levantarse temprano, trabajar en forma honesta, ganarse la vida", dijo Piñera.
El senador Frei, quien busca el quinto mandato consecutivo del oficialismo desde 1990 y el segundo suyo, festejó que finalmente la elección esté abierta, tras dos años de supremacía de la oposición de derecha, según todas las encuestas.
"Un voto puede hacer la diferencia. Un voto por mesa puede hacer la diferencia", dijo Frei, respaldado por una coalición que va desde la Democracia Cristiana, su partido, hasta los comunistas.
La jornada, que supone la elección más incierta de los últimos 40 años, pondrá en juego dos visiones de políticas sociales y de posiciones frente al marco constitucional del país.
Por un lado, la derecha, defensora de un Estado subsidiaria, que apela a la actividad privada para resolver las carencias sociales. Por otro, la heterógenea centro izquierda que propugna un Estado de Bienestar y derogar la Constitución, heredada de la dictadura.
No obstante, cualquiera sea el vencedor deberá sortear un Congreso sin mayoría de ningún bloque mayoritario, debido a la presencia de comunitas, regionalistas e independientes.
La batalla electoral, que pudiere derivar en una impugnación si los resultados de este domingo son muy estrechos, copa además las redes digitales.
Facebook, Twitter y las comunidades de blogs no descansan emitiendo declaraciones, ataque y opiniones. "Lo virtual extendió el foro de lo político", dijo a dpa el académico Alvaro Cuadra.
Los 8,2 millones de electores habilitados, de un potencial de 12 millones, definirán decisivamente en su futuro, pero también influirán en los equilibrios políticos sudamericanos.
De ganar la derecha, acercará a Chile a las posiciones de Colombia y el Perú. Un triunfo oficialista mantendrá el actual escenario de cercanía con Brasil y mayor distancia con Venezuela.
Chile, devenido hoy en el país más rico de América Latina, volverá así a elegir entre la derecha y la centroizquierda de manera casi dramática, como lo ha hecho desde mediados del siglo pasado.
DPA