ROCA (AR).- "Fue una negociación durísima. Es más fácil negociar con Moyano, que acá con la fruta", confió ayer, ya distendido y después de varias jornadas ajetreadas en la región, Jorge Stopiello.
Fue un terreno "movedizo" en el que hubo que transitar, según los rumores que circulaban por los pasillos de Trabajo, y que denunciaron algunos gremialistas, porque "un día se decía una cosa y al otro, otra. Entonces había que empezar de nuevo", indicó un representante del empaque.
Este sector plasmó en el acta su pedido de incremento, sobre el básico y también sobre la productividad, de un 25%. En tanto la CAFI propuso estirar el salario básico a $1.800 que, con otros ítems que componen el sueldo, llevarían a un total de $3.388.
"No fue una derrota"
El gremio llegó con los bombos ayer, temprano, cuando arrancaba la discusión, y terminó -hacia la noche- también con el mismo barullo.
"Para nosotros no fue una derrota. Es sentido común. La gente no quería ir a una huelga, porque quieren trabajar, fue un año muy duro para todos y con una medida de éstas, perdemos todo", confió un antiguo referente gremial.