PUERTO PRÍNCIPE, Haití.- Las organizaciones internacionales advirtieron ayer que temen que comience a aflorar la violencia ante la escasez de alimentos, agua, cobijo y las dificultades para que la ayuda internacional llegue hasta Haití, donde cada vez se reducen más las esperanzas de encontrar supervivientes entre los escombros.
Las autoridades de Haití anunciaron que habrían muerto unas 140.000 personas en el terremoto de 7,3 grados en la escala Richter que sacudió Puerto Príncipe y sus alrededores. "Se han sepultado 40.000 personas y otras 100.000 podrían estar muertas como consecuencia del sismo que devastó el país", dijo Aramick Louis, secretario de Estado de Seguridad Pública de Haití.
Sin embargo, lo que falta en Haití es precisamente autoridad civil y militar propia que pueda mantener el orden y organizar la distribución de ayuda. Solo efectivos de la ONU procuran mantener el orden y la calma.
Es por esa anarquía reinante que a pesar de la situación de emergencia, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) la distribución de comida y material de resguardo tuvo que ser suspendida en algunas zonas debido a temores por la seguridad.
Algunos cooperantes informaron que sólo se mueven durante el día y que suspenden las actividades cuando cae la noche. "Si la gente no ha comido ni bebido durante 50 horas y ven un camión, correrán para conseguir algo de comer", apuntó un empleado de Naciones Unidas.
"En este punto estamos intentando hacer llegar a la gente la comida que tenemos en nuestras manos", dijo una portavoz del Programa de Alimentos de la ONU (PMA), Emilia Casella. La Cruz Roja Internacional informó que la mayor parte de los hospitales están "al límite de su capacidad, sin médicos ni enfermeras suficientes para ocuparse de la continua llegada de heridos".
Ayer se supo que un grupo de científicos que detectó riesgosos indicios de tensiones en la falla tectónica que desató el devastador sismo del martes en Haití dijeron que alertaron a las autoridades del país caribeño hace dos años que se avecinaba un gran terremoto en la zona.
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, afirmó ayer que había habido informes de saqueos menores en Puerto Príncipe, pero que a nivel general la situación de seguridad continuaba siendo calma.
El cónsul general de Haití en San Pablo, Brasil, George Antoine, desató una polémica y debió disculparse después al afirmar ante las cámaras de televisión , sin saber que estaba siendo grabado, que la tragedia en su país "es buena", pues da "visibilidad" para la sede diplomática.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, anunció ayer en Washington que viajará hoy al país caribeño.
Entretanto la comunidad internacional continuó ayer enviando ayuda al devastado país caribeño. Pero tan importante como la llegada de ayuda es, según mandatarios y expertos, coordinarla y gestionarla de la manera adecuada.
"Catástrofes anteriores han demostrado que, en momentos en los que debe llegarse al mayor número de personas en el menor tiempo posible, la coordinación es decisiva", aseguró en Nueva York el coordinador de ayuda urgente de Naciones Unidas, John Holmes. (AP/DPA/Télam)