Viernes 15 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 30 > Sociedad
El caos impide la rápida llegada de la ayuda internacional a las víctimas
El aeropuerto y el puerto están colapsados. La Cruz Roja estimó las muertes en 50.000.

PUERTO PRÍNCIPE, Haití (AP/DPA/Télam).- La ayuda procedente de todo el mundo y necesitada con urgencia en Haití comenzó a fluir lentamente por la nación caribeña ayer, pero cuellos de botella como problemas de logística y un vacío de liderazgo dejaron a los rescatistas solos para salvar a los sobrevivientes atrapados y heridos, así como para entregar los suministros en la capital.

La Cruz Roja, entretanto, estimó que los muertos por el terremoto del martes en Haití podrían sumar entre 45.000 y 50.000, informó desde Ginebra el vocero de la organización, Jean-Luc Martinage. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer el desembolso de 100 millones de dólares y el envío de marines y otros militares para ayudar a paliar los efectos del devastador terremoto que asoló Haití el martes.

El comandante general (R) de Gendarmería Nacional argentina, Gerardo Chaumont, será designado jefe de la Policía en Haití, informó ayer el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos argentino.

El tiempo apremiaba para sacar sobrevivientes de los escombros y llevar la ayuda internacional a los damnificados en Puerto Príncipe, dos días después del terremoto que asoló Haití y causó un número incierto de muertos.

Expertos del Comité Internacional de Cruz Roja reiteraron que los cadáveres de personas muertas durante una catástrofe natural no propagan enfermedades y desaconsejaron los enterramientos en fosas comunes o la quema de cadáveres.

Dispositivos de Naciones Unidas han comenzado a limpiar las principales carreteras para facilitar el transporte de ayuda humanitaria y maquinaria pesada.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y cooperantes, hay un gran problema logístico para trasladar equipos de emergencia, víveres y medicinas.

El aeropuerto de la capital sólo funciona parcialmente y está totalmente "saturado" debido a la gran cantidad de ayuda enviada. Por este motivo, el gobierno de Haití cerró temporalmente su espacio aéreo. Además, los puertos marítimos están dañados.

En Petionville, al lado de la capital, las personas buscaban artículos en un centro comercial derrumbado, sacando colchones y artículos de oficina.

En las cercanías, unos 200 sobrevivientes, incluyendo muchos niños, se agruparon en un parque de estacionamiento de una sala de cine, donde construyeron carpas provisionales para escudarse del sol y altas temperaturas.

Los camiones que transportaban policías y trabajadores de las Naciones Unidas se quedaban atascados en las calles llenas de camionetas, automóviles y peatones.

En muchos edificios derrumbados, vecinos y voluntarios excavaban los escombros sin ninguna presencia oficial.

La Policía llevaba a los heridos en sus camionetas. Wisnel Occilus, un estudiante de 24 años, fue colocado entre otros dos sobrevivientes en la parte trasera de una camioneta que estaba por partir a un cuartel policial. El estaba en una clase de inglés cuando ocurrió el terremoto y su escuela se desplomó.

Elisabeth Byrs, vocera del esfuerzo humanitario de la ONU en Ginebra, dijo que se informó que escaparon presos de la principal prisión de Puerto Príncipe.

La Cruz Roja estima que hasta tres millones de personas, un tercio de la población nacional, habrían sido afectadas por el terremoto y que llevaría uno o dos días tener una idea clara de los daños sufridos.

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