SANTIAGO DE CHILE.- El candidato presidencial de la derecha chilena, Sebastián Piñera, fue atacado ayer con agua en la calle, en medio de nuevos llamados de la presidenta Michelle Bachelet a votar por el abanderado oficialista, Eduardo Frei.

"No da lo mismo quien gobierne", recalcó la gobernante, en otro intento por traspasar su popularidad de un 80 por ciento a Frei, para la segunda vuelta del domingo.

Bachelet agregó que sólo Frei puede "asegurar protección social", "una educación pública de calidad" y "defender a los ciudadanos contra los abusos".

Paralelamente, Piñera, favorito en los sondeos, continuó con sus salidas a terreno e intentó recorrer la Vega Central, un popular mercado de Santiago, donde fue atacado con agua e insultado. "¡Ladrón!, ¡Asesino!" gritaron algunos presentes al empresario apenas bajó de su auto, en medio de un tumulto por el cual se abrió camino un peatón que dejó a Piñera mojado en el pelo y la espalda.

Coincidentemente, la Iglesia católica dijo que la campaña presidencial está empañada por un tono violento y la existencia de demasiadas promesas, difíciles de cumplir.

"He echado de menos un debate mucho más serio sobre los grandes temas país, los proyectos de sociedad, de cómo hacer una sociedad más inclusiva", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal, el obispo Alejandro Goic. "Es normal que se desaten ciertas pasiones, esas pasiones que tienen de positivo que uno pone lo mejor de sí, pero yo he encontrado en general la campaña un poco farandulera", agregó.