MADRID (DPA).- En Madrid hace frío y llueve, un día de perros, y el director británico Stephen Frears, que presenta en la capital española "Chéri", parece que se ha levantado con un humor acorde.

Lacónico en las respuestas y sin dejar dormido su lado provocador, asegura en entrevista con DPA que siempre trabaja con personajes de mujeres potentes "por masoquismo".

-¿Por masoquismo?

"Por masoquismo y estupidez", replica con firmeza. Y seguidamente agrega entre risas: "No sé, tendré que preguntar a un psicoanalista. Sólo conozco a mujeres fuertes. He pasado una vida aterrorizado, ocultándome de las mujeres fuertes".

La entrevista se realiza en uno de los hoteles más lujosos de la capital española, pero Frears (Inglaterra, 1941), al que parecen importarle más bien poco las convenciones, se presenta con el pelo revuelto, un suéter desgarbado y unas modernas deportivas con muchos kilómetros andados.

"Chéri", una película sobre una cortesana (Michelle Pfeiffer) que se enamora del hijo de su antigua rival (Kathy Bates), un joven despreocupado y presuntuoso (Rupert Friend) a quien tiene que instruir en las artes amatorias", supone una nueva colaboración del director con Pfeiffer, a quien lanzó al estrellato con "Las amistades peligrosas".

Sobre el reencuentro, Frears comenta escueto: "Ahora somos mucho más viejos. Pero es una actriz estupenda, realmente muy buena".

"Chéri", basado en la novela de la escritora francesa Collette, aborda el mundo de las cortesanas a principios del siglo XX en París. Mujeres que con su inteligencia y elegancia supieron seducir a los hombres más poderosos de la época, incluyendo reyes, industriales o dignatarios.

Cortesanas de hoy

Tras un par de sorbos al café que le han colocado sobre la mesa, Frears comienza a animarse y comenta que para él las cortesanas actuales son "las mujeres de los futbolistas y Carla Bruni".

"Son muy ricas. Son mujeres que de repente tienen un acceso a una riqueza enorme como poca gente tiene", explica.

No obstante para el director de "La reina", las cortesanas del siglo pasado eran mucho más inteligentes.

"Por eso hice una película sobre ellas", apunta. Aunque en "Chéri" Stephen Frears se rodea del mismo equipo que en "Las amistades peligrosas", este último trabajo no tiene la misma fuerza que la estupenda carambola de amor, poder y deseo que catapultó a la fama a su triángulo protagonista: Glenn Close, John Malkovich y Michelle Pfeiffer.

En "Chéri" una mujer madura mantiene una relación con un joven al que dobla la edad, una historia que ahora cobra actualidad a través del affaire político (y financiero) de la esposa del primer ministro de Irlanda del Norte, Iris Robinson.

Frears, ya en plena forma tras el café, parece divertirse con este asunto que está provocando una grave crisis política en uno de los rincones con más tensión de la vieja Europa. El director comenta que parte de "la sociedad en Irlanda del Norte es muy extrema. (El affaire ocurre en) una parte muy religiosa de la sociedad norirlandesa. No es algo representativo, es una minoría".

En segundo lugar, continúa, lo que parece que es el verdadero problema es el dinero, no la relación amorosa. "Me han dicho que ha tenido aventuras con muchas personas. Si la gente vive en una sociedad muy represora, pues la gente tiene aventuras. ¡Así es la vida! No hay que reprimir".

La cuestión, agrega con retranca, es si cuando (Iris Robinson) intentó suicidarse lo hizo por el dinero o por el sexo.

"Yo sospecho que es por el dinero". "Pero por supuesto, -concluye-, es inteligente. Dice que está loca y así no tiene que hablar con nadie".

Sobre esta historia asegura que haría una comedia porque es muy divertida y los protagonistas son gente pomposa. Y el próximo trabajo de Frears será realmente una comedia, pues el cineasta se encuentra en pleno proceso de edición de "Tamara Drewe", basada en una novela gráfica de Posy Simmonds, "un genio", según palabras textuales del realizador.