DETROIT.- Los signos vitales de los fabricantes de autos de Estados Unidos están mejorando.
General Motors está contemplando reabrir varias plantas ensambladoras debido a que no puede producir cuatro de sus vehículos con la suficiente rapidez para satisfacer la demanda, declaró ayer el presidente de las operaciones norteamericanas de la empresa.
En tanto, Chrysler analiza contratar más ingenieros y empleados para el desarrollo de nuevos productos.
Pese a que ambas empresas aún dependen de la ayuda gubernamental, las medidas parecen señalar una mayor confianza de que el mercado automotriz de Estados Unidos tocó fondo el año pasado y mejorará en el 2010, incluso sin el empuje de un programa gubernamental de estímulos como el llamado "dinero por chatarra´´.
La capacidad actual de General Motors no alcanza para fabricar suficientes modelos Chevrolet Equinox, GMC Terrain, Cadillac SRX y Buick LaCrosse, dijo Mark Reuss durante la Exposición Automovilística de Detroit.
Como primera medida, la compañía intentará obtener una mayor producción de las plantas que ya tiene, dijo Reuss. Mencionó una de sus plantas clausuradas en Spring Hill, Tennessee, como una de las que podría reabrir.
Expresó que si logra restaurar la confianza del público en los productos de GM, la empresa volverá a contratar trabajadores, pero que en el corto plazo se concentrará en aumentar la producción en las plantas disponibles.
Los vehículos Terrain y Equinox se fabrican en una planta en Ingersoll, Ontario, y el LaCrosse se construye en Kansas City. El SRX se ensambla en Ramos Arizpe, México.
En tanto, el director de Chrysler, Sergio Marchione, dijo que su empresa no cuenta con suficiente personal para renovar una línea de productos destinada al mercado estadounidense, y pronto podría comenzar a contratar trabajadores temporales.
"Simplemente no contamos con los trabajadores. Vamos a incrementar el número´´, agregó.
Por su parte, Michael Rabinet, un analista de la industria automotriz para la firma consultora CSM Worldwide ubicada cerca de Detroit, indicó que los antiguos dueños de Chrysler recortaron demasiado los equipos de ingeniería y de diseño como para que la empresa pueda competir. (AP)