Hoy, en el Maipo, Sandra Mihanovich estrena su espectáculo con los temas de Eladia Blázquez que integran su último compacto "Honrar la vida" y muchas de las canciones que Sandra hizo suyas desde sus comienzos allá por 1977.
Elegir un repertorio como el de Eladia es, por un lado, una decisión ideológica, manifiesta una postura ante la vida, y marca un compromiso, una exigencia fuerte al interpretar obras conocidas también en la voz de su autora. El resultado es un trabajo riguroso, de mucha entrega, elaborado con paciencia, muy bien arreglado y expresivamente cantado; sin excesos en el caudal vocal de Sandra.
"Todo eso está presente en el disco. Por una parte, las ganas enormes -desde hace mucho rato- de cantar estas obras que me parecen extraordinarias y merecían un contexto propio. Es muy difícil poner temas de Eladia al lado de los de otros autores. Sin entrar en juicios de valor, son particularmente distintos. Siendo intérprete, pensé que la posibilidad de encarar sus canciones con mi manera de cantarlas, valía la pena. Se lo decía a Eladia y le agradó la idea. Le gustaba cómo yo cantaba y le parecía que iba a sonar bien. Estoy muy, muy contenta con la decisión de haber elegido a Alejandro Devries para hacer los arreglos. Es un gran músico que trabaja conmigo desde hace años, es mi director musical. Pero, que yo sepa, es la primera vez que se mete por estos terrenos de la canciones ciudadanas, del tango. Encaró las obras de una forma muy fresca y muy personal también. Siento que hay un trabajo de equipo logrado, junto con (Gustavo) Pichón Dal Pont quien grabó, mezcló y masterizó el disco e hizo esto que mencionás de la medida, de la intensidad, de la mesura. Es un material equilibrado. Justamente por eso lo pude hacer en este tiempo, porque pasaron muchos años, hace más de treinta que estoy cantando, y ya tengo más de cincuenta? Todo eso, de alguna manera, se reacomoda en este compacto que quise haber y me llena de orgullo. Me hago cargo de cada una de las letras que canto porque, en algunos casos por suerte y en otros, por desgracia, no pierden vigencia.
-Expresar algunas que hablan de pérdidas, de dolores, de sueños postergados, requiere acumulación y calidad de experiencias vividas en ese sentido.
-De algún modo sí. Pero el intérprete siempre tiene a mano su capacidad o su posibilidad de meterse en la piel de otros, no necesariamente habiendo vivido las circunstancias. Es un poco como la relación del actor y el personaje. Uno asocia, indudablemente, sí. Asocia vivencias propias, dolores propios, alegrías propias y las va barajando para que cada canción tenga la emoción, la sensibilidad, la fuerza que necesita.
-Este trabajo es también, cuestión que conducen las letras de Eladia, un alegato. Remueve cuestiones que debemos seguir considerando, ideas que continuar trabajando como sociedad; que además, como sociedad, pisoteamos todo el tiempo.
-Exacto. Siento que es el trabajo que quería hacer. Cuando volvíamos del Maipo con la primera copia, con mi hermano Vane la pusimos en el aparato del coche y el se emocionó un montón. Se le caían las lágrimas pensando cómo le estaría gustando a Eladia. Es así, una tarea que concretamos con muchísima dedicación. Está lograda la imagen, el audio, el sonido, el clima.
-En el espectáculo en el Maipo, cuánto hay de vos, cuánto de Lino, cuánto de Eladia?
-Hay un poco de todos. Hay volver a ese precioso teatro en el que me siento como en mi casa. La primera parte es exclusivamente para las canciones del disco y tiene una exigencia más ligada a la emoción profunda, es más movilizante en la nostalgia, la melancolía y el dolor que exponen. La segunda, para compartir los clásicos que la gente quiere escuchar, sobrevolará los temas más importantes de mi historia."
-Estás una hora cincuenta cantando.
-Disfruto mucho haciéndolo. Hace un par de años que uso auriculares para el monitoreo y me ayudan un montón a dosificar mi energía vocal, a no exagerar en el uso de la garganta. Hace bastante que no me quedo disfónica, por suerte.
-Permiten un retorno casi natural, como el que tendrías si cantaras sin amplificación.
-Exactamente. Es un buen recurso técnico.
EDUARDO ROUILLET