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Cuando el intendente roquense dejó inaugurado el asfalto en el barrio Bulevar Sur recibió de parte de un vecino un pedido especial, colocar algunos juegos para los más pequeños. El jefe comunal dio una fecha de realización y cumplió, en pocos meses la flamante plaza con los juegos estaba armada. Pero hoy, un tiempo después, la desidia de los usuarios -algunos de los cuales obviamente no eran los destinatarios de los juegos- acabaron con las hamacas que había en el lugar -que no fueron repuestas- y amenazan con romper otros entretenimientos allí presentes. En las condiciones en que está este sitio ya no le sirve a nadie. Ni a los niños, porque los juegos están rotos, ni a los vecinos, porque es en vano tener unos caños pintados que sólo afean el lugar. Las opciones claramente son dos, arreglar los juegos con algún material que aguante los embates juveniles o bien levantar todo y dejar sólo un lindo espacio verde que, dicho sea de paso y como se puede apreciar en la imagen, hoy tiene un pésimo mantenimiento.