SANTIAGO DE CHILE (AP).- El comando del candidato opositor, el magnate derechista Sebastián Piñera, criticó al ex mandatario y abanderado oficialista Eduardo Frei, con miras a restarle votos en la segunda vuelta presidencial del 17 de enero. Piñera, en tanto, se retractó de las declaraciones en las que dijo que en su futuro gabinete, si gana, probablemente no habrá nadie que haya servido a la pasada dictadura del general Augusto Pinochet.
El magnate, dueño de un canal de televisión y de un 26% de la aerolínea Lan Chile, obtuvo un 44% en la primera vuelta del 13 de diciembre, y Frei un 29,6%. Una encuesta del diario El Mercurio difundida en la víspera da a Piñera un 46,1% y a Frei un 41% en la segunda ronda.
El senador Alberto Espina, del comando de Piñera, dijo en rueda de prensa que la delincuencia aumentó un 47% durante el gobierno de Frei (1994-2000). Agregó que Frei asumió con un desempleo de 6,5% y dejó el poder con un 10,1% de desempleado, aunque no mencionó que el candidato oficialista sufrió los coletazos de la crisis asiática en sus dos últimos años de gobierno.
Piñera es el abanderado de la Coalición por el Cambio, integrada por la ultraderechista Unión Demócrata Independiente (UDI) y la derechista Renovación Nacional (RN), ambos fueron la base civil del régimen militar en su última década (1973-1990).
Personeros de la UDI reaccionaron molestos a las palabras de Piñera y tanto él como su coordinador general de campaña, Rodrigo Hinzpeter, retrocedieron. "El hecho de haber colaborado lealmente y honestamente con un gobierno, no es pecado ni delito", dijo Piñera en la víspera. Hinzpeter declaró que "para nosotros no hay un juicio de reprobación global hacia quienes cumplieron funciones en el gobierno de Pinochet".
Ambos candidatos siguen disputándose voto a voto el 20% de los sufragios obtenidos por el candidato independiente Marco Enríquez-Ominami, que renunció al Partido Socialista porque no lo dejaron participar en las primarias que concluyeron con Frei como el candidato oficialista.
Enríquez-Ominami se aprovecha de la situación para exigir la renuncia de los dirigentes de los cuatro partidos de la Concertación oficialista y la aceleración de algunos proyectos en el parlamento. Ha dicho que no llamará a sus partidarios a votar ni por Frei ni por Piñera, y que personalmente no sufragará por el abanderado opositor porque "sería un retroceso". Aún mantiene la incógnita si votará por el oficialista o si anulará su sufragio.
Museo de la Memoria
Por otro lado, hoy será inaugurado el Museo de la Memoria que honrará a las más víctimas directas de la dictadura del general Augusto Pinochet. El enorme recinto de unos 5.000 metros cuadrados será inaugurado por la presidenta Michelle Bachelet y mañana estará abierto al público. "Es un gesto de reparación, es un gesto de homenaje de dar visibilidad a las víctimas, de recoger sus inquietudes, las cosas pendientes y eso es sanador, pero la justicia es fundamental", dijo la periodista Marcia Scantlebury.
Scantlebury fue encomendada por Bachelet para crear el museo y sabe con propiedad de qué habla. Es una víctima más de la dictadura (1973-1990), estuvo unos seis meses en cuatro distintos recintos secretos de reclusión acusada de "contactos con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria". El Museo es uno de los proyectos emblemáticos de la mandataria, que también fue víctima de la dictadura. Bachelet y Scantlebury estuvieron en distintos tiempos en "Villa Grimaldi", uno de las peores cárceles secretas de Pinochet. Según el informe oficial de 1991 de la Comisión Rettig, durante el régimen militar murieron 3.065 opositores, de ellos unos 1.200 son detenidos desaparecidos, y 132 uniformados, víctimas de atentados o enfrentamientos.
La llamada Comisión Valech, creada el 2003, estableció que cerca de 30.000 personas fueron presos políticos y/o torturados. Hasta el 2009 había 769 militares y algunos civiles procesados por asesinatos y abusos y al 31 de agosto los condenados eran 276.