Domingo 10 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 6 > Nacionales
España escucha al piloto Poch antes de definir su extradición
La Justicia argentina lo vincula con los denominados "vuelos de la muerte".

MADRID (AFP) - La Audiencia Nacional, principal instancia judicial española, celebrará el miércoles la vista de extradición del piloto argentino Julio Alberto Poch, detenido en España desde septiembre, tras la cual decidirá al respecto, indicaron este fuentes judiciales a la AFP.

El miércoles declararán ante tres magistrados de la Audiencia el abogado de Poch y la fiscalía y, en una fecha aún no decidida, la Audiencia anunciará si el argentino es extraditado a su país de origen, según las fuentes.

El 30 de octubre, el gobierno español aprobó "la continuación del procedimiento de extradición" de Poch, solicitada por el juez argentino Sergio Torres. El ex militar argentino Julio Alberto Poch, de 57 años y doble nacionalidad holandesa y argentina, ex piloto naval y actualmente piloto de la compañía Transavia, filial de Air France y KLM, fue detenido el 22 de septiembre en el aeropuerto de Valencia (este de España) durante una escala.

La justicia argentina lo acusa de supuesta participación en los denominados "vuelos de la muerte" llevados a cabo durante la dictadura argentina (1976-1983), en los que opositores al régimen eran arrojados al mar desde aviones militares.

Estos hechos se cometieron cuando Poch era piloto de la base de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), según la justicia argentina. Poch negó ante el juez haber participado en estos vuelos y se opuso a ser extraditado a Argentina. En su lugar pidió ser extraditado a Holanda, pero la justicia holandesa declinó en diciembre juzgar al piloto. El juez Torres había pedido a Holanda a finales de 2008 la extradición del ex piloto naval tras recoger en ese país testimonios que lo involucraban en los "vuelos de la muerte". Entre ellos está el de un piloto de Transavia según el cual Poch le narró cómo se arrojaba a los opositores al mar desde los aviones, además de justificar ese método de exterminio, según consta en la causa, aunque Poch lo negó.

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