La iniciativa de sectores opositores en el Congreso de convocar a una sesión especial para tratar los decretos de necesidad y urgencia del Gobierno provocó hoy el rechazo del oficialismo, que calificó de "tropelía" a esa posibilidad.
En tanto, legisladores oficialistas y opositores confirmaron para el miércoles próximo la reunión de la comisión bicameral para el tratamiento de los decretos de necesidad y urgencia, a fin de debatir la decisión presidencial de apartar a Martín Redrado de la presidencia del Banco Central.
El titular del bloque oficialista de Diputados, Agustín Rossi, dijo que "sería una tropelía legislativa que intenten autoconvocarse" los legisladores, para tratar las decisiones del gobierno en torno al pago de la deuda externa y la remoción de Redrado.
Pero desde la oposición descontaron la potestad del Congreso para interrumpir el receso iniciado este mes: el diputado peronista disidente Francisco de Narváez estimó que el 20 de enero podría fijarse la sesión especial mientras su par de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, sentenció que es mejor "esperar un mes" para sesionar. También intervino el constitucionalista Daniel Sabsay, quien avaló que el Parlamento se autoconvoque para tratar la validez de los recientes decretos de necesidad y urgencia.
"La facultad de autoconvocarse no surge de manera expresa en el texto constitucional" admitió Sabsay, pero indicó que "en definitiva el Congreso es un órgano permanente" del Estado. Lo seguro es que para mañana están convocados los presidentes de los bloques, como anunció el vicepresidente de la Nación y titular del Senado, Julio Cobos, con el fin de definir la posibilidad de la sesión especial.
Mientras, la comisión bicameral se reunirá el miércoles, y este viernes habrá una reunión de los titulares de bancadas de diputados con el jefe del cuerpo, Eduardo Fellner, de carácter informal.
En ese marco, se supo que Mario Blejer, el remplazante propuesto por el Gobierno para Redrado en el Banco Central, llegaría esta semana al país, desde Londres, para entrevistarse con la presidenta Cristina Kirchner.
De Narváez, en tanto, opinó que Redrado es un "excelente funcionario, de los mejores que hemos tenido" y que le puso un "límite" al Gobierno, al negarse a ejecutar el Fondo del Bicentenario. El empresario confió que "estamos apuntando al 20 de enero" y dijo tener "la sensación de que va a haber una mayoría en pos de apoyar la no remoción del presidente del Banco Central y que el uso de reservas para pagar deuda es un destino equivocado".
Pero, con la intención de "bajar un cambio" a los tiempos parlamentarios, Carrió, pidió a la oposición que no se "apure" para acordar la sesión especial. "Esto no hay que resolverlo la semana que viene, y mal; hay que resolverlo en el término de un mes, para encontrar una salida racional", estimó la legisladora opositora.
Carrió propuso un "mecanismo consensuado con el oficialismo para que las cámaras se expresen" y advirtió que "para hacer una pulseada (con el kirchnerismo), primero hay que contar con los números". A contramano de las voces opositoras y de Sabsay, Rossi aseguró que "el único que puede interrumpir este receso parlamentario es el Poder Ejecutivo, en sesiones extraordinarias".
El PEN, dijo Rossi, "no sólo tiene la facultad de convocatoria sino la facultad sobre los temas a tratar". Dentro de ese espacio, el diputado Jorge Landau (PJ) sostuvo que "no es sorpresivo para nadie en Argentina la política de desendeudamiento que inició el Poder Ejecutivo".
Desde la Cámara Alta, el socialista Rubén Giustiniani afirmó que el gobierno trató "de manera totalmente equivocada" el tema de la deuda y consideró que la creación del Fondo del Bicentenario debe ser "ampliamente" debatido.
En ese cuerpo, el radical Luis Naidenoff, también integrante de la comisión bicameral que trata los decretos de necesidad y urgencia (DNU), anunció que "vamos a urgir el tratamiento en el marco de la comisión bicameral". Respecto de la decisión de remover a Redrado, el legislador radical opinó que "es un bochorno, porque se han hecho mal las cosas" y se lamentó porque "el gobierno no entra en razones".
DyN