VIEDMA (AV).- Dos casillas de madera completamente consumidas y otras dos casas de material dañadas fue el saldo de un incendio que se produjo en la medianoche del viernes en la calle 102 del Loteo Silva de esta ciudad. Las familias afectadas cruzaron agravios ya que una de ellas acusó a la otra de haber iniciado el fuego por una pelea matrimonial.
El siniestro comenzó en un rincón de la casa de Yanina Pereyra, una joven que vivía en el lugar con sus tres pequeños hijos. La mujer aseguró que empezó "por un espiral para espantar los mosquitos" que cayó sobre algún elemento inflamable y luego se extendió a la precaria vivienda.
Sin embargo su vecino, de apellido Villegas, afirmó que cuando notó que el fuego se expandía y quiso ir a apagarlo, la propia mujer le dijo que lo dejara, "así se quemaba todo". Villegas dijo a este medio que Pereyra había discutido con su ex marido y por eso habría quemado la casa.
El fuego consumió la primera de las viviendas y cuando los vecinos intentaron apagarlo ya no fue posible. Las llamas alcanzaron otra casilla lindera y afectaron a dos casas vecinas. En una se quemó la antena de televisión satelital y en la otra se derritió parte de un tanque de agua. En ambas estallaron los vidrios.
Para controlar el incendio fue necesario el trabajo de una dotación de bomberos del destacamento del barrio Lavalle, otra del cuartel central y otra que llegó en colaboración desde Patagones.
Ayer, Villegas y otros vecinos manifestaron su indignación por lo ocurrido, ya que aseguran que el siniestro se produjo de manera intencional. La Policía investiga el hecho y trascendió que Pereyra estuvo anteanoche alojada en el destacamento del lugar, donde dio su versión de lo ocurrido.
Por la tarde, mientras "Río Negro" estaba en el Loteo Silva, la joven regresó justo en momentos en que sus vecinos expresaban su bronca por las pérdidas. Entre llantos, ella negó haber ocasionado el incendio.
Un grupo de habitantes, según informaron Villegas y otra mujer damnificada de apellido Salazar, comenzaron a levantar firmas y a solicitar la intervención de las autoridades porque temen por su seguridad, ya que afirman que en la casilla incendiada eran "permanentes" las reuniones en las que se producían incidentes.
Por su parte, Pereyra, afirmó que espera ayuda para poder terminar su casa de material, delante de la casilla quemada. "No quiero vivir más en casilla, tengo miedo por mis hijos", dijo a este medio.