En la región sur de Río Negro, a 60 kilómetros de Ingeniero Jacobacci, el turista aventurero puede encontrar dos sitios singulares, el Cañadón Yuquiche y el Cajón de Mairal, con paisajes sorprendentes en el marco totalmente agreste de la estepa patagónica.
Cañadones escarpados rodeados de escoriales rocosos, por acción de pretéritas erupciones volcánicas; y cavernas de enormes dimensiones socavadas por el deshielo de los glaciares, están a la espera.
Un poco más allá el viajero podrá observar y fotografiar pinturas rupestres de unos 5.000 años de antigüedad, como muda expresión cultural sobre el paredón rocoso de una hondonada.
La recorrida por estos sitios, con la ayuda de las guías Fabiana Cabañares y Patricia López, del Instituto Técnico Superior de Turismo de Jacobacci, permite descubrir la magia oculta de la estepa patagónica.
Sobre el particular Fabiana sostuvo que "cuando escuchamos hablar de estepa pensamos que se trata de un desierto, pero no es así".
"Con estos circuitos queremos demostrar que en la estepa se encuentran una extraordinaria biodiversidad, y manifestaciones de cultura y la historia del hombre" agregó esta joven licenciada en Turismo.
Patricia, profesora en Geografía, describió las características geológicas de la región, con formaciones que se remontan al cenozoico, en los períodos terciario y cuaternario.
"Las formas tan extrañas que observamos fueron modeladas por corrientes fluvio-glaciares cuando se derritieron los glaciares en cordillera y las enormes corrientes de agua escurrieron por esos cauces, que hoy están secos", explicó.