El motivo de esta carta es transmitirles la experiencia que hemos tenido en los últimos años, con el deseo de prevenir a otros y para que aquellos que se encuentren en posiciones desde las que puedan hacer algo para frenar este tipo de negocios tomen conciencia del problema y obren para prevenir.
Somos un grupo de personas de Neuquén y Cipolletti a quienes una señora les vendió "un lote en un barrio cerrado" que resultó ser una fracción indivisa dentro de una chacra. A su vez, como parte del convenio de compra, fue nombrada apoderada de ambos consorcios otorgándose a sí misma más derechos que obligaciones.
Las chacras se encuentran en zonas no urbanizables y a la vez productivas, situación que ahora sabemos de sobra pero al momento de comprar no conocíamos, como tampoco todo lo que encierra esa situación.
En el caso de Neuquén, se trata del "Consorcio La Victoria", escriturado en mayo del 2005. El anteproyecto fue presentado en la municipalidad y luego transferido al Concejo Deliberante neuquino para ser aprobado por excepción. La comisión de Obras Públicas le hizo -según ordenanzas vigentes- correcciones, las que la apoderada no presentó correctamente y por lo cual el expediente volvió a la municipalidad y se encuentra paralizado desde junio del 2008 por falta de presentaciones.
En el caso de Cipolletti -"Condominio Colonia Lucinda", escriturado en mayo del 2006- el anteproyecto no fue siquiera presentado en la municipalidad.
Cabe destacar que la señora ha vendido otros emprendimientos como los nuestros con anterioridad y lo sigue haciendo, y las cláusulas la benefician cada vez más a ella en detrimento de los compradores. Estas operaciones cuentan con el aval y la firma de un grupo de profesionales que no dejarían lugar a dudas sobre la seriedad de la propuesta. Usualmente los honorarios de estos profesionales son pagados con lotes dentro del consorcio.
Estos loteos son ofrecidos en su mayoría a empleados petroleros y luego el boca en boca hace el resto, ya que el valor inicial por fracción indivisa (lote) es económico y en un bello entorno (muy tentador). Luego cada propietario tiene que hacer aportes de dinero para el pago de honorarios (fijados unilateralmente) para pagar gastos de instalación de servicios, apertura de calles, mensuras, etcétera, etcétera, recibiendo a cambio recibos comunes sin valor legal. Por lo general nos encontramos con que muchos de esos gastos nunca se materializaron.
Sumado a todo esto los compradores también deben firmar a favor de la administradora un documento (pagaré) por un valor importante en dólares que le sirve de garantía para asegurarse de que no se le deje de pagar lo anteriormente descripto. Quienes nos hemos rebelado contra esta situación, luego de pedirle con insistencia balances (nunca presentados) que demuestren fehacientemente adónde iba a parar nuestro dinero, dejamos de gozar del beneficio de su atención telefónica y personalizada y somos culpables de todo lo que pudo ser y no fue.
Le hemos revocado el poder mediante escritura pública ya que las cartas documento nunca fueron recibidas y los cambios de domicilio de la administradora dificultan, casualmente, todas estas tareas. Hemos publicado una solicitada en este diario con los números de escrituras revocatorias, para aquellos que quieran verificar nuestros dichos, el 10/11/09.
Agradecemos la publicación de esta carta y también les agradeceremos que la hagan circular entre sus contactos y todos aquellos a los que piensen que les pueda ser útil para no caer en este tipo de operaciones.
P/consorcio La Victoria y condominio Colonia Lucinda,
Silvana Rotondaro, DNI 92.404.042
Siguen decenas de firmas - Neuquén