Sábado 09 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 35 > Deportes
Un proyecto que nació mal

El proyecto de Independiente en el Torneo Nacional de Ascenso falló desde el día cero. En una liga marcada por compras de plazas "superiores", resultaba extraño pensar en un "descenso de escritorio" y en el Rojo se tomó esa decisión. Hoy, con la deserción confirmada, queda claro que se equivocó el camino.

Gastón Sobisch, presidente del club neuquino, admitió que su idea era "no jugar" y que cometió un "error".

Fue convencido por un grupo de colaboradores que prometió cubrir gran parte del presupuesto, pero después no cumplió, dicen, ni con el 20 por ciento. Después apareció otro grupo, con el objetivo de dar una mano en cuestiones de logística. Nunca se consolidó y desapareció de la noche a la mañana.

En el medio, un escaso apoyo de la gente, que nunca se identificó con el equipo. Y acá hay otro tema, porque el público ya se había mostrado apático cuando el quinteto Rojo jugó en la elite.

En varios partidos, el estadio Ruca Che presentó un marco desolador y las personas podían contarse rápidamente. Ni siquiera la gran campaña atrapó a los neuquinos y este fue otro dato que la dirigencia se "comió" cuando decidió jugar en el segundo escalón del básquet nacional.

Sin apoyo empresarial, sin la facilidad de llegar a entes estatales y sin el apoyo de una hinchada, para Sobisch y el puñado de dirigentes que lo acompañan fue imposible seguir. En realidad, con ese panorama, nunca debieron decirle "sí" al TNA.

 

CRISTIAN HELOU

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