ROCA (AR).- Un joven detenido fue asesinado en su celda de la ex Alcaidía de Roca. Lavaron su cuerpo y la escena del crimen, lo recostaron en su cama para simular que estaba durmiendo y las autoridades recién pudieron detectar el asesinato varias horas más tarde, incluso después de que familiares de otros internos pasaran por esa misma celda a visitar al supuesto autor de las puñaladas y a algunos de los otros cuatro hombres que compartían el mismo espacio, en el pabellón 2 del penal.
Javier Alejandro Arias, de 26 años y oriundo de Río Colorado, fue hallado en su cama, tapado y limpio, pero con las marcas evidentes de las puñaladas que acabaron con su vida en la madrugada de ayer. Al mediodía, cuando las autoridades penitenciarias comenzaron el recuento de internos y dispusieron una requisa en ese sector, descubrieron que Arias estaba muerto.
El esclarecimiento del caso fue rápido. Según indicó el propio jefe del Establecimiento Penal, Darío Chacón, un interno identificado como Juan Marcelo Rosas, de 24 años, admitió haber apuñalado a su compañero de celda. "Dijo que Arias lo quiso abordar sexualmente en horas de la madrugada", confió el jefe penitenciario. Esa misma versión habría dado Rosas al juez de feria, Pablo Iribarren, quien ayer se hizo presente en el penal para dirigir los primeros pasos de la investigación.
Arias, Rosas y otros cuatro hombres compartían la celda donde ocurrió el crimen. La declaración de esos testigos será fundamental para confirmar o descartar la versión del sospechoso, pero los investigadores temen encontrarse con el silencio que manda el código carcelario, que los llevaría a decir que no escucharon ni vieron nada. El único que se habría atrevido a colaborar con los investigadores habría dicho que la víctima "se acostó herido, se durmió y se murió".
Según indicó Chacón, el asesinato habría ocurrido entre las 5 y las 6. Después, el autor y posiblemente algún colaborador habrían lavado el cuerpo, la ropa de cama y las manchas de sangre en el piso de la celda y habrían tapado el cuerpo. La mañana transcurrió con normalidad e incluso Rosas habría recibido visitas dentro de la celda, con Arias muerto en la cama contigua.
El jefe del penal indicó que Rosas presenta heridas punzo cortantes en los brazos y en la cabeza. "En principio serían compatibles con lesiones de defensa", dijo. Todos los demás internos del pabellón fueron examinados por un médico pero en ninguno de ellos se habrían detectado signos de una pelea reciente con "facas".
Efectivos del Gabinete de Criminalística trabajaron en el lugar junto con el juez Iribarren y el fiscal Andrés José Nelli. El sospechoso fue aislado hasta definirse a qué otra dependencia será trasladado. "No puede permanecer dentro del penal por razones de seguridad", afirmó Chacón.
El joven asesinado estaba a disposición de la Cámara Criminal Segunda de Roca por una imputación de robo con arma y privación ilegítima de la libertad. No tenía condena firme por esa causa pero sí antecedentes por los que había estado detenido en las cárceles de Choele Choel y Azul.
Rosas, por su parte, cumple una condena de 15 años dictada por la Cámara Criminal Segunda de Cipolletti. A mediados de 2008 la justicia lo declaró culpable del recordado "crimen del encendedor", ocurrido en Cipolletti en noviembre de 2006. En aquel enfrentamiento, también con un arma blanca, asesinó a Alejandro Bernales.