Viernes 08 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 2 > Nacionales
Echan a Redrado por decreto y se apropian de las reservas
Son los u$s 6.500 millones que exigía el Ejecutivo para el Fondo del Bicentenario. El funcionario dejó su cargo anoche, sin renunciar, y dijo que ahora irá a la justicia.

Con Martín Redrado despedido ayer del Banco Central por decreto, los directores de la autoridad monetaria que responden al kirchnerismo -que son mayoría- resolvieron instruir a las distintas áreas del organismo para transferir los 6.500 millones de dólares de reservas al Ejecutivo y conformar así el Fondo del Bicentenario.

La decisión fue criticada por varios constitucionalistas y la oposición por tratarse el Central de una entidad autónoma.

La de ayer es una nueva maniobra K, similar a cómo han operado en el Indec, el Consejo de la Magistratura y demás organismos que sometieron a su estricto control. Sin obviar también el adelantamiento electoral y los candidatos testimoniales.

Anoche, pasadas las 23, fuentes cercanas a Redrado adelentaron que dejará su cargo pero no renunciará, y hoy, o a más tardar el lunes, presentará un recurso de amparo pidiendo la nulidad del decreto que lo removió de su cargo.

Horas antes, con la firma de todos los ministros, la presidenta había removido al titular del Central "por incurrir en mala conducta e incumplir los deberes de funcionario público"; "Es una medida que no me gustó tomar", dijo la mandataria; además, instruyó al procurador del Tesoro para que inicie una demanda penal contra el economista.

Fuentes del Banco Central no identificadas por la agencia oficial Télam consignaron que el directorio de esa institución dispuso derogar las facultades delegadas oportunamente a la presidencia de la institución, conforme a las distintas normativas. De esa manera, se destrabó un procedimiento formal para avanzar en la entrega de los US$ 6.569 millones que requiere la administración Kirchner para -dice- pagar deuda externa y financiar gastos del presupuesto 2010.

Además, el directorio estableció la redacción, en un plazo urgente, de un reglamento de funcionamiento del banco y el rearmado y conformación de las distintas comisiones internas de trabajo del directorio.

Encabezado por el vicepresidente Miguel Pesce, que se hará cargo de la transición mientras los Kirchner encuentren quien quiera suceder a Redrado, el directorio kirchnerista del BCRA se reunió ayer durante cuatro horas. La cita fue contra la decisión de Redrado y fue una clara demostración de fuerza K en el interior de la autoridad monetaria y ante la oposicion, que rechazó una vez el polémico despido del funcionario.

Ahora se supo que, además, los funcionarios del Central que responden a la Rosada dieron los primeros pasos para operativizar el envío de las reservas y constituir el Fondo del Bicentenario.

Además de Pesce, los directores que tomaron parte de la reunión fueron Arnoldo Bocco, Sergio Chodos, Carlos Sánchez, Gabriela Ciganotto y Waldo José María Farías.

Antes de que fuera echado por decreto, Redrado logró un dictamen de la Gerencia Principal de Estudios y Dictámenes Jurídicos de la entidad, que no sólo avala su negativa a soltar las reservas exigidas por el matrimonio presidencial.

Recomienda, además, aguardar el pronunciamiento del Congreso y afirma que el Poder Ejecutivo "carece de la potestad de dar instrucciones a este BCRA en cuestiones que afecten la política monetaria y financiera".

El dictamen precisa que "surgiendo del análisis técnico efectuado la situación actual de las denominadas reservas de libre disponibilidad y los riesgos que la operatoria implica para el desarrollo de la política monetaria y financiera del BCRA, se entiende aconsejable que esta Institución aguarde la intervención parlamentaria correspondiente para seguir el curso de la acción previsto por el Art. 3° del Decreto 2010/09".

El escrito del equipo de abogados de Redrado en el BCRA detalla que la Carta Orgánica del BCRA establece "cuál es el objetivo superior al cual ha de dirigir el BCRA su actividad; al establecer como principio que no ha de seguir órdenes, indicaciones o instrucciones del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) al formular y ejecutar la política monetaria y financiera; y al precisar que no puede asumir obligaciones que impliquen condicionar, restringir o delegar el ejercicio de sus facultades legales sin autorización expresa del Congreso".

(Redacción Central y DyN)

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