Viernes 08 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 28 > Policiales y Judiciales
Con la hipótesis narco, dictan preventivas por el triple crimen de General Rodríguez

BUENOS AIRES.- La Justicia dictó ayer la prisión preventiva a los cuatro hombres detenidos como supuestos coautores del denominado "triple crimen de General Rodríguez", cometido en agosto de 2008. La medida del juez de Garantías Marcelo Romero recayó sobre los hermanos Marcelo y Gabriel Schillaci, y Martín y Cristian Lanatta, quienes quedaron imputados de "privación ilegal de la libertad y homicidio calificado", hechos de los que resultaron víctimas Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.

El juez respaldó lo actuado por el fiscal Juan Ignacio Bidone, quien había solicitado el procesamiento de los cuatro sospechosos.

De acuerdo con la imputación que sostuvo Romero, los agravantes en el accionar delictivo de los acusados fue el "uso de arma de fuego, el ensañamiento y la participación de dos o más personas". A partir de esta acusación, si los sospechosos llegaran a ser condenados en un juicio oral bajo esa figura penal, recibirían la pena de prisión perpetua.

Sin embargo, para los investigadores, la pesquisa no se agota con los cuatro imputados, por lo que continuarán las diligencias, en especial, para dar con los autores intelectuales de la masacre.

Según la investigación principal, el 7 de agosto del 2008 las tres víctimas fatales fueron a una reunión de trabajo al Walmart de Sarandí y allí fueron engañados por sus agresores. La principal sospecha del fiscal Bidone apunta a que fueron llevados por la fuerza a la casa de Cristian Lanatta, en Quilmes, donde permanecieron privados de la libertad al menos durante algunas horas y, luego, los asesinaron. La camioneta de Ferrón, calcinada, fue hallada la misma noche de la desaparición en el barrio porteño de Flores. Durante los allanamientos en los que detuvieron a los hermanos Schillaci y de los Lanatta se secuestraron armas, vehículos, celulares, agendas y otros más de importancia para la causa.

Los pesquisas creen que Forza, Ferrón y Bina fueron asesinados a balazos y, luego, sus cuerpos fueron "guardados en algún freezer" hasta que finalmente fueron arrojados en un zanjón del partido de General Rodríguez, donde fueron hallados el 13 de agosto.

Para Bidone, el móvil de la masacre fue triple: los negocios que realizaba una de las víctimas en "mesas de dinero", los negocios de "medicamentos truchos" y "el trafico ilegal de efedrina y bandas de narcos mexicanos". De hecho, la viuda de Forza, Solange Bellone, esta detenida por la denominada causa de "la mafia de los medicamentos". (Télam)

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