SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Para el verano desde Parques Nacionales se renovó la campaña tendiente a concientizar a los visitantes en cuidar la naturaleza y evitar contaminarla. Sus técnicos estimaron que las campañas para evitar hacer fuego y dejar basura lograron buenos avances pero resta educar a los residentes y turistas a que tengan cuidado en donde y como hacen sus necesidades.
Afirmaron que con el rápido aumento del número de personas que acceden a las áreas naturales se multiplica la aparición de excremento y papel higiénico, dispersos en casi todos lados. Aunque ambos son biodegradables, este proceso puede llevar muchos años, especialmente en sitios fríos o áridos como la Patagonia.
El primero de ellos es el impacto ecológico, pues hay un alto riesgo de introducir parásitos y patógenos ajenos al ecosistema. El segundo es el sanitario, pues los excrementos son un medio de transmisión de enfermedades. Estando al aire libre hay muchas chances de que otras personas entren en contacto con ellos. La lluvia puede lavarlos y transportarlos hacia los lagos, ríos y arroyos, contaminando el agua con patógenos y parásitos originarios de cualquier lugar del planeta de donde vengan los visitantes. Estos patógenos provenientes de la materia fecal de las personas pueden infectar incluso a los peces de ríos y lagos. Las formas posibles de infección para las personas son por contacto directo con las heces, con insectos o peces contaminados o ingestión de agua o peces contaminados.
Por último la presencia de excrementos y papel higiénico es de por si desagradable, generan olores y presencia de moscas y otros insectos.
Desde la Delegación Regional Técnica de Parques Nacionales sostuvieron que lo ideal es que cada visitante llevarse sus excrementos, en especial en áreas de alta montaña o de glaciares. Para esto es conveniente utilizar bolsas de papel con un poco de piedritas sanitarias para gatos y luego colocarlas en bolsas herméticas o en tubos realizados con caños de PVC. Esto es obligatorio en el cerro Aconcagua, en el Hielo Patagónico Sur (Santa Cruz) y en zonas altas del monte Tronador y del volcán Lanín.
En esta región, en áreas con abundante tierra, es fundamental enterrar los excrementos, ya que el suelo ejerce una eficaz acción filtradora y evita la posibilidad de que otra persona o animal encuentre los excrementos y elimina el contacto con insectos y animales que pueden transmitir enfermedades.
El pocito debería tener unos 20 centímetros de profundidad y al menos a 60 metros de cualquier curso de agua. El papel higiénico es recomendable regresarlo con el resto de la basura o en su defecto, enterrarlo en el pocito. Obviamente, el hoyo debe ser tapado y aplastado.