Martes 05 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 3 > Nacionales
Nadie quiere quedarse afuera

Las declaraciones de alto voltaje político son habituales en enero. Nadie quiere quedarse afuera. Los dirigentes confían en que siempre alguna estela dejarán de aquí a marzo, cuando se empezará a jugar en serio, sin tanta frivolidad, con el nuevo Congreso en funcionamiento.

Las de Julio Cobos, desafiando a Néstor Kirchner desde la vicepresidencia, en nombre de una UCR que todavía no lo consagró formalmente como su candidato, pueden sonar un poco osadas y a destiempo. Aunque el rumbo parece inexorable.

Otras, como las de Mauricio Macri, diciendo que cumpliría "el sueño del pibe" si lograse competir en segunda vuelta en 2011 con el ex Presidente, como una expresión altisonante con la que tapar las actuales desavenencias internas en el PRO.

Y no faltan los terceros en discordia, que se resisten a ser deglutidos por los grandes partidos, el peronismo y el radicalismo: es el caso del porteño Fernando "Pino" Solanas y el cordobés Luis Juez, que coquetean detrás de una alianza con Hermes Binner, el gobernador socialista de Santa Fe que se caracteriza por su renuencia a prestarse a los fuegos mediáticos. Hasta aquí no dijo esta boca es mía.

La aparición de Cobos fue la más impactante: además de generar polémicas en otras fuerzas -no así en la gente común, cuyas preocupaciones pasan por otro lado- desató críticas en la casa donde espera ser acogido: tanto el titular del bloque de diputados radicales, Oscar Aguad, como Ricardo Alfonsín, le advirtieron que si quiere representarlos (¿alguien lo duda hoy?) deberá renunciar a su función institucional, para la que fue elegido en 2007, cuando hacía pareja con Cristina Fernández de Kirchner.

 

El que no opina pierde

 

Todos se sienten con derecho a opinar: que Cobos crea confusión con su doble proceder; que está bien lo que hace porque es "un contrapeso al autoritarismo" de los Kirchner; que no debería hacer una oposición desmedida; que la UCR no ha tratado orgánicamente su situación ambivalente.

Lo cierto es que, a pesar de lo que dice públicamente, planea pedir licencia a mediados de este año, ratificaron a "Río Negro" varios de sus asesores.

Pero Cobos, a sabiendas de que está en un brete peligroso (cascoteado sin piedad desde el gobierno K, pero también por correligionarios que pretenden condicionarlo "bajándole el precio"), sigue adelante. Habla con Eduardo Duhalde -aunque jura que no hay ningún acuerdo secreto- y en la provincia de Buenos Aires se lleva muy bien con los peronistas disidentes Felipe Solá y Francisco De Narváez. Eso irrita, por ejemplo, a Ricardo Alfonsín y a otros radicales que privilegian el entendimiento con la Coalición Cívica de "Lilita" Carrió, de vacaciones en Punta del Este, y que por ahora no ha clavado sus estiletazos verbales.

 

ARNALDO PAGANETTI

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