ALLEN (AA).- En medio de un clima de dolor e indignación, familiares y amigos de la joven de 14 años que dos policías habrían intentado violar, exigieron el relevo inmediato de todos los efectivos de que se desempeñan en la Brigada Rural de Guerrico. Si bien los jefes policiales aseguraron que los uniformados sospechados fueron separados de la fuerza en forma inmediata, la respuesta oficial no alcanzó y los vecinos de Guerrico lanzaron serias acusaciones contra el accionar y las conductas del personal de la Brigada.

Pasadas las 9 de ayer una veintena de personas se reunieron en las instalaciones de la Brigada Rural de Guerrico, a la vera de la Ruta Nacional 22, con el fin de exigir una explicación al grave hecho que denunciaron los padres de una menor de 14 años, que el viernes por la tarde habría sido víctima de un intento de violación en esa unidad policial.

"Queremos que condenen a los responsables de lo que le hicieron a mi hija. Como me pasó a mi con mi hija, esto le puede pasar a cualquiera" señaló Raúl Barros, padre de la adolescente en cuestión. Barros agregó que según algunas averiguaciones que realizaron en las últimas horas, existiría otro caso de una joven que habría sido violada por efectivos de la Brigada Rural en el boliche de "Leal", a pocos kilómetros del destacamento policial de Guerrico. "La gente tiene que denunciar para que se pueda saber toda la verdad", resaltó.

Además los familiares de la menor aseguraron que es habitual que los policías de la Rural consuman bebidas alcohólicas en horario de trabajo. "Siempre se los puede ver tomando en las despensas o haciendo fiestas los sábados en la Brigada. No puede ser que estén para darnos seguridad y tengamos que cuidarnos de ellos. Hasta piden coimas en los comercios para vigilar", remarcaron.

Los manifestantes fueron recibidos en primera instancia por el oficial principal a cargo de la Brigada Rural, Nelson Martínez, quien dijo ser el primer interesado en que se investigue el caso.

Más tarde llegaron al lugar para dialogar con los familiares y allegados de la joven, los jefes policiales de la Unidad Regional Segunda. Fue el responsable de la zona II, comisario Isidro López, quien se encargó de comunicar que los dos suboficiales sospechados, fueron inmediatamente separados de la Policía.

"Estas conductas del personal tienen que ser investigadas hasta las últimas consecuencias" afirmó López, resaltando también que si existen delitos como el que expuso la familia Barros "se deben hacer las denuncias pertinentes para que podamos corregir la institución. Tengan confianza, acá hay personal eficiente. Se han equivocado dos personas como seres humanos, están siendo investigados por la Justicia, se están tomando paralelamente las actuaciones administrativas".

Los vecinos que ayer estuvieron en la Brigada Rural y que durante el diálogo con los jefes policiales mantuvieron una postura pacífica, exigieron el relevo de todo el personal que se desempeña en Guerrico, argumentando que "es imposible seguir confiando en los efectivos de la dependencia".

Por último agregaron que si no se produce el relevo total, se verán obligados a ocupar el edificio de la Brigada como medida de protesta.

Cabe recordar que los dos policías acusados no fueron detenidos y prestan servicios en una unidad céntrica de Roca.