El regreso de Boca al trabajo, ayer mañana en Casa Amarilla previo al viaje hacia Tandil, llegó acompañado de una mala noticia: Sebastián Battaglia deberá ser operado el próximo jueves por su "proceso osteocondrítico" en la rodilla izquierda.
Por otra parte, el volante zurdo Matías Giménez, ex Tigre, única incorporación por el momento para el grupo de jugadores que conduce Alfil Basile, se sumó sus nuevos compañeros, tal como estaba previsto.
Lo de Battaglia no es sino la oficialización de un secreto a voces, porque desde hace por lo menos un mes y medio, antes de que, por deseo del propio futbolista, se decidiera esperar antes de decidir la operación, circulaban los rumores de que la sinovitis había derivado en osteocondritis.
En términos optimistas, la recuperación podría demandar un mínimo de cuatro meses, pero debe tenerse en cuenta que, por ejemplo, otro hombre de Boca, José María Calvo, no juega desde diciembre de 2008 por una afección de similares características.
Se trata de una lesión cartilaginosa por la cual el movimiento de la rodilla no cuenta con la debida lubricación y eso produce una fricción ósea, de modo que la zona afectada no puede ser exigida con una actividad intensa. El santafesino no juega desde el 1 de noviembre pasado (1-2 frente a Rosario Central).
"Un cambio de aires"
En su primer día como jugador de Boca, Matías Giménez celebró haber sido recibido "de la mejor manera" por sus nuevos compañeros y admitió que "necesitaba cambiar de aire" tras la reciente apretada de barras de Tigre.
"Necesitaba cambiar de aire, estar tranquilo y asimismo, seguir con mis condiciones para un buen futuro", sostuvo Giménez tras la presentación formal como nuevo jugador boquense
Giménez expresó que confía en sus condiciones para jugar en Boca y recordó que "las cosas no las venía haciendo tan mal". "No solamente Boca ha preguntado por mí -resaltó- sino que hubo varios equipos que querían contar con mis servicios", comentó el misionero de Apóstoles.
