En el recuento del debe y el haber en materia de política educativa, el 2009 finalizó con anuncios para lo inmediato y acciones y políticas a largo plazo, pero lo que verdaderamente continúa inclinando la balanza de las deudas es el casi medio millón de jóvenes de entre 13 y 18 años que no están en el sistema educativo argentino.
Reconocido por la actual y las anteriores gestiones, el problemático Nivel Medio continúa siendo el flagelo y a la vez el desafío de las últimas administraciones educativas, de organizaciones sociales y comunitarias e instituciones internacionales que trabajan en nuestro país.
El ministro de Educación Alberto Sileoni, quien acompañó como viceministro a Juan Carlos Tedesco durante tres años y tres meses y en julio fue designado a cargo de la cartera, enumeró en diálogo con DyN sus acciones del 2009 y las expectativas para los próximos años.
Se lleva en sus manos este año el mantener a los cinco sindicatos docentes nacionales -Ctera, UDA, AMET, Sadop y CEA- sentados en la sede ministerial sesionando desde octubre en tres comisiones técnicas, una de ellas la salarial, para alcanzar un acuerdo "y saltar la trampa de marzo" y empezar el ciclo lectivo 2010 con "normalidad".
Otro reto para el abogado, profesor de Historia y ex funcionario de Educación de Mario Oporto en la provincia y de Jorge Telerman en la ciudad de Buenos Aires, será "llegar a quienes más necesitan la asignación universal por hijo" y en ese caso "a los chicos y jóvenes de entre 5 y 18 años, para que estén todos en las escuelas".
También anunció que entre febrero y marzo llegarán 250.000 laptops para alumnos de escuelas técnicas, en un nuevo plan cuando en apariencia quedó muy atrás la OLPC (one laptop per child) a 100 dólares cada una del "gurú" informático Nicholas Negroponte, que no pudo acordar con la gestión de Daniel Filmus.
Para este año renovaron sus votos el gobierno, legisladores y profesores universitarios de "consensuar", según Sileoni, la nueva Ley de Educación Superior, que reemplazará a la actual que rige desde 1995 y que impulsan en el Congreso las titulares de las comisiones educativas, la senadora Blanca Osuna y la diputada Adriana Puiggrós, ambas del "kirchnerismo".
"Queremos sentar las bases de una nueva escuela secundaria y pensamos que en dos años estará cambiado todo el sistema en el país", afirmó el ministro a DyN tras destacar los tres documentos o borradores para el Nivel Medio que aprobaron sus pares de las 24 jurisdicciones que integran el Consejo Federal de Educación (CFE), que contienen el espíritu de la reforma que desandará el polimodal de los 90.
Sostuvo que en el 2010 se aplicarán en "3.000 escuelas, la mitad del total del país", los cambios de la vuelta al secundario de cinco o seis años, el retorno a las materias en lugar de los bloques temáticos, el control de los graves ausentismos docentes y estudiantiles y la puesta en marcha de algunos cambios en la promoción de las asignaturas.
En ese sentido, Córdoba "hizo punta" con el anuncio de que podrán pasar de año los estudiantes secundarios con tres previas y además que en los tres primeros años del nivel se reducirá la cantidad de materias.
Llamativamente Sileoni lanzó en el diálogo con esta agencia un indicador poco conocido y que trajo alivio y preocupación a la vez.
"En todo el mundo se van los chicos de la escuela secundaria, Bill Gates dice que ´cada segundo se van 26 chicos del Nivel Medio´", confió el ministro y destacó que para ello el empresario informático "donó dos millones de dólares".
Las estadísticas en el Primer Mundo norteamericano muestran también las asimetrías sociales: el 90% de los blancos termina la escuela secundaria y sólo el 40% de los latinos.
"El Ministerio de Educación de Francia le declaró la guerra al abandono escolar y, al igual que el Reino Unido, propusieron pagarles a los chicos para que terminen el colegio", sorprendió Sileoni.
En coincidencia con la mayoría de los diagnósticos señaló que la exclusión y la repitencia de los jóvenes "es un problema complejo y buena parte de los problemas educativos que parecen son sociales y económicos".
Consultado, sin embargo, sobre si apelaría a algún incentivo para que los chicos argentinos terminen la escuela media, fue lapidario: "Soy crítico de los auxilios económicos a los alumnos, tengo una objeción ética; puede ser una decisión lícita en Francia para que el alumno permanezca en la escuela, pero no es éticamente correcto".
Más allá de las becas, entonces, habrá que apuntar a la erradicación definitiva de la pobreza, el flagelo mayor y que es el tronco que atraviesa todos los otros aspectos de la sociedad.
LAURA HOJMAN
DyN