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Tormenta convirtió el día en noche en Viedma | ||
Fuertes ráfagas, combinadas con tierra, cortaron abruptamente la jornada de río y playa. En minutos se oscureció y hubo voladuras de techos en Viedma y un auto aplastado por un árbol en Patagones. | ||
VIEDMA (AV) - Una impresionante tormenta de tierra y arena fue el corolario ayer de una jornada en que las temperaturas máximas del fin de semana en el Valle Inferior oscilaron entre 34 y 36 grados. El viento originó voladuras de techos y caídas de ramas. En la costanera de Carmen de Patagones, una camioneta quedó literalmente aplastada por un árbol y sus ocupantes, dos mujeres y dos niños, resultaron heridos aunque de escasa consideración. El tiempo se presentó soleado el sábado y parcialmente nublado ayer hasta que concluyó la calurosa tarde con una impresionante tormenta de tierra y arena que tomó por sopresa a todos. Viedma se oscureció a las seis de la tarde. La total falta de visibilidad determinó -otra vez- el cierre de la circulación vehicular en la ruta nacional N° 3, desde el acceso a Pradere hasta Carmen de Patagones. Pero, la policía rionegrina adoptó igual determinación en la ruta entre la capital provincial y la costa atlántica. Largas colas de vehículos de regreso de las playas quedaron detenidos por más de media hora. 30 grados y total oscuridad A las 18, el servicio meteorológico -con sede en el aeropuerto viedmense- consignó una temperatura de 30 grados, la visibilidad reducida a 100 metros por polvo y arena. Indicó que el viento del noroeste promedió los 57 km, con ráfagas de 83 km/h. Esa tormenta sorprendió a miles de personas en la costanera capitalina, que buscó un rápido refugio en inmuebles cercanos o emprendió el regreso a sus domicilios. La luz de la tarde desapareció y se transformó en oscuridad, y las luces del alumbrado público se encendieron pero, igualmente, era insuficientes por la tierra. Las primeras gotas eran más que nada una virtual lluvia de polvo. Después, el respiro llegó con un fuerte chaparrón. Defensa Civil de Viedma informó de dos o tres voladuras de techos, y roturas del cableado de la antena del cable local. Cuatro departamentos del barrio Inalauquen -calle Yanquetruz- se quedaron sin techos. A las 19, la temperatura había descendido a 21 grados. Tres horas antes, ese registro había estado casi en los 35 grados. El sabado rondó los 36 grados. La primera alternativa de refrescarse recayó en las playas de la costa atlántica. La otra opción fue el río Negro, especialmente para los viedmenses o maragatos que prefirieron la sombra y el verde de la Costanera. Además, en los últimos días, el río recuperó una tradicional atracción: las recorridas del Catamarán Currú Leuvú II. Los servicios de la navegación estaban suspendidos. Ahora, de jueves a domingo, cumplirá con un recorrido de 100 minutos para ofrecer una mirada distinta del río Negro y sus islas, con los aportes de un guía y las ofertas de su confiteria a bordo. | ||
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