Soy neuquino, nacido en el hospital de Neuquén capital hace 56 años, conozco a mi hermosa ciudad, la de mis hijos y nietos. Y estoy muy orgulloso de serlo, de tener mi origen en esta provincia; soy muy localista.

He recorrido la costa de los ríos Limay, Neuquén y Negro desde hace muchos años. Cuando era adolescente, con amigos de mi edad nos íbamos a bañar, sin temor alguno, siempre observados por algún mayor que se encontraba circunstancialmente en el lugar. Nosotros respetábamos los consejos de ellos, que eran conocedores de la zona.

Hoy camino con mis nietos que corretean por el Paseo de la Costa, siempre observándolos, y agradecido a quienes han sido los artífices de tan magnífico proyecto.

Sé que hubo una férrea oposición de organizaciones intermedias, representantes de partidos opositores, etc., pero también del egoísmo político. Aunque no tuvieron éxito y se pudo concretar.

Es una postal para los ojos de los visitantes locales y con mayor intensidad para los turistas. Es una mezcla de naturaleza virgen con modernidad. La caída del sol en el crepúsculo se encarga de pintar e intensificar esa ¡perfección! y el canto de pájaros y agua que transita diciendo adiós a los encantados vecinos y turistas, invitándolos a regresar.

Mi gran preocupación es el descuido que se está produciendo por parte de vecinos y del incumplimiento de las normas municipales. Los ciudadanos mayores y menores van a ese predio con animales de gran porte y de reconocida peligrosidad, me refiero a canes, los que dejan sus desechos en los sitios donde niños, jóvenes y adultos transitan embriagados de una conjunción muy bien ensamblada. Pero con un peligro latente, por la posible acción de uno de los perros o la contaminación del material dejado en el césped. ¿Será ingenuidad de aquellos vecinos que lo hacen acompañados por perros, que este monumento se ha creado para que todos los ciudadanos gocemos de él sin correr el riesgo de ser agredidos por un animal?

Las autoridades municipales están ausentes, descuidando la higiene y seguridad de las personas, al no hacer cumplir las normas. El Concejo Deliberante deberá tomar cartas en el asunto antes de que ocurra una desgracia y no tengamos que lamentar después.

Una gestión lo hizo, la del ex intendente municipal Horacio "Pechi" Quiroga; la otra, la actual, no se preocupa.

¡Llamo a la reflexión a todos los neuquinos para que cuidemos lo que nos va a tener como referentes: nuestra ciudad, los espacios públicos, etc. etc.

Las grandes ciudades del mundo se cuidan, sobre todo aquellas como Neuquén, que son puerta de entrada al turismo internacional.

Los neuquinos debemos comportarnos a la altura de las circunstancias, adecuarnos al crecimiento y desarrollo y conservar la jerarquía que hemos ganado a través de una gestión exitosa, para seguir creciendo como sociedad y no regresar a décadas pasadas.

Tenemos una belleza natural, con retoques del hombre que llevan a extasiarse con esa postal maravillosa que es el "Paseo de la costa".

Miguel Ángel Henríquez

DNI 10.868858

Neuquén